Cómo Superar La VergüenzaMuestra

Cómo te ve Dios

El Salmo 17:8 expresa el amor y el afecto de Dios hacia ti. Dice: «Guárdame como la niña de tus ojos; escóndeme a la sombra de tus alas». A primera vista, puede parecer que no tiene mucho peso. Cuando te acercas lo suficiente a alguien, ves un pequeño reflejo de ti mismo en sus pupilas. Te ves como la «niña» de sus ojos. Esto es lo que eres para Dios. Eres la personita que se refleja en sus ojos. Siempre estás en su visión. Siempre eres el objeto del afecto y la obsesión de Dios.

Se preocupa profundamente por ti. Te amó, incluso antes de que lo conocieras y estuvieras plagado de pecados. Envió a Su Hijo a morir por ti. Jesús no fue a la cruz para ser torturado, morir y vencer la muerte por el bien de las personas que Dios consideraba inútiles. Fue a la cruz para redimir y restaurar a los que Él amaba y valoraba profundamente. Uno de los versículos más conocidos de las Escrituras, Juan 3:16, lo dice claramente: «Porque tanto amó Dios al mundo, que envió a su Hijo unigénito...».

Dios no se limita a tolerarte o amarte como resultado de la obra de Cristo en la cruz. Más bien, Su amor fue el combustible de la obra de Cristo.

Cuando Jesús oró a Dios Padre, dijo: «Tú me enviaste y.… los amas tanto como a mí» (Juan 17:23b). Deja que esta verdad penetre hasta lo más profundo de tu alma: El amor de Dios Padre por ti, como Su hijo, es tan grande como Su amor por Jesús.

Dios Padre no solo te ama como ama a Jesús, sino que Su amor es eterno (Salmos 136:26). Nada puede separarte de Su amor (Romanos 8:38-39). Tanto si has elegido seguir a Cristo como si no, Dios te ama radicalmente y te considera de gran valor.

Dios, no entiendo por qué tienes un amor y una compasión tan grandes hacia mí. Ayúdame a conocer mejor Tu amor y a experimentar su poder curativo.