[Corre Para Ganar] Termina Bien La CarreraMuestra

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En los antiguos juegos griegos, las carreras se desarrollaban en una pista larga y recta. Los competidores no podían ver la línea de meta desde la línea de salida, por lo que los oficiales del juego colocaban postes al final para dar a los corredores algo en qué enfocarse.

Pablo presentó una imagen visual impresionante a la iglesia de Filipos. Se trataba de la figura de un corredor que se extendía hacia el final de la carrera y se enfocaba en la meta: la línea de llegada. Cualquiera de los miembros de esta iglesia que hubiera presenciado alguna vez una carrera a pie, conocía bien esta imagen.

El enfoque singular de Pablo era el mismo que el de un corredor en una carrera: la línea de meta.

Pablo se describió a sí mismo como un corredor, despejando todo de su mente excepto su enfoque en la meta final. El corredor no mira a la derecha ni a la izquierda ni detrás para ver dónde están los demás corredores, sino que mira hacia delante.

Pablo también afirmó que aún no había perfeccionado, alcanzado o atrapado: palabras que demostraban que aún se esforzaba, trabajaba, entrenaba y practicaba para correr la mejor carrera posible por Cristo. Su llamada a los cristianos era para que hicieran lo mismo.

No dejes que tus errores pasados, tus fracasos o incluso tu culpabilidad te impidan centrarte en la línea de meta; la meta es conocer a Cristo. ¿Es esa tu meta?

Señor, ayúdame a mantenerme centrado en ser más como Tú en pensamiento, palabra, obra y en mi juego como atleta. Haz que mi relación contigo se refleje en todo lo que hago y digo, y en cómo practico mi deporte. Gracias.