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DÍA 5 DE 5

El Espíritu como aliento

La fuerza más poderosa del planeta está aquí para ayudarte. «El Espíritu es el que da vida» (Juan 6:63, nbla). ¿Podría Jesús haber expresado con mayor claridad la misión del Espíritu? Cuando la Divinidad repartió las tareas para la humanidad, el Padre eligió la protección y la provisión, el Hijo la salvación, ¿y el Espíritu? Eligió la distribución de la vida.

¡La vida! Es robusta. Es resiliente. Hace al corazón feliz y lo llena de esperanza. ¿No es eso lo que necesitamos?

Esto es lo que el Espíritu da.

¿Necesitas pruebas? Te presento a Ezequiel.

Fue un profeta radical y de ojos abiertos que sirvió de espina en el costado colectivo de Israel durante el siglo VI a. C. Siempre estuvo pendiente de los hebreos, instándoles a que se alejaran de los ídolos y se acercaran al Dios vivo (Ezequiel 14:6). No le hicieron caso. En consecuencia, la nación experimentó una aniquilación total a manos de los babilonios en el año 587 a. C. La ciudad de Jerusalén fue saqueada y el magnífico templo fue destruido. Imagínate a Washington, DC, hecha escombros con humo y brasas, el edificio del capitolio demolido y la Casa Blanca quemada. Los que orgullosos hebreos fueron sacados de su tierra. Desde su exilio en Babilonia, los judíos declararon: «Nuestros huesos se han secado, y nuestra esperanza ha perecido. Estamos completamente destruidos» (Ezequiel 37:11 NBLA).

El salmista solo pudo lamentarse: Junto a los ríos de Babilonia, nos sentábamos y llorábamos al acordarnos de Sión» (Salmos 137:1 NBLA). Y de nuevo: «¿Cómo cantaremos la canción del Señor en tierra extraña?» (v. 4).

El exilio fue catastrófico.

Pero Dios tenía otros planes. El pueblo pudo haber abandonado a Dios, pero Dios nunca los abandonó. Él les hizo una promesa a los hebreos.

"Porque esto es lo que voy a hacer: Voy a sacarte de estos países, te reuniré de todas partes, y volveré a traerte a tu propia tierra. Derramaré agua pura sobre ti y te limpiaré. Te daré un nuevo corazón, pondré un espíritu nuevo dentro de ti. Quitaré el corazón de piedra de tu cuerpo y lo reemplazaré con un corazón inclinado hacia la voluntad de Dios, y no la tuya. Pondré mi Espíritu dentro de ti y haré posible que hagas lo que te digo y que vivas según mis mandamientos. Volverás a vivir en la tierra que les di a tus antepasados. Serás mi pueblo. ¡Yo seré tu Dios!" (Ezequiel 36:24-28 The Message, traducción libre).

Ten en cuenta el agente activo en esta misión de rescate. Dios. Dios rescatará. Dios reunirá. Dios limpiará. Dios dará al pueblo un nuevo corazón y, lo más importante, pondrá Su Espíritu en ellos, y como resultado obedecerán los mandamientos de Dios.

¿Te parece esto un ofrecimiento de seguridad impresionante? A Ezequiel también. Por lo tanto, había que hacer una excursión.

"El Espíritu de Dios me subió y me puso en medio de una llanura abierta sembrada de huesos. Me llevó alrededor y entre ellos, ¡un montón de huesos! Había huesos por toda la llanura, huesos secos, blanqueados por el sol" (37:1-2 The Message, traducción libre).

"Dios le preguntó: «Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos?»"(v. 3 NBLA).

"El profeta era un hombre con visión. Pero no la suficiente visión como para aventurarse a dar una respuesta. Aplazó su respuesta y dijo: «Señor Dios, Tú lo sabes»" (v. 3 NBLA).

Entonces el Señor dio esta orden:

"Entonces me dijo: «Profetiza sobre estos huesos, y diles: “Huesos secos, oigan la palabra del Señor”. Así dice el Señor Dios a estos huesos: “Voy a hacer que en ustedes entre espíritu, y vivirán. Y pondré tendones sobre ustedes, haré crecer carne sobre ustedes, los cubriré de piel y pondré espíritu en ustedes, y vivirán; y sabrán que Yo soy el Señor”»" (vv. NBLA).

El profeta hizo lo que se le dijo. Mientras profetizaba, Ezequiel escuchó un gran estruendo. Los huesos chocaron, repiquetearon y se volvieron a conectar. Los tendones aparecieron de la nada para unir las articulaciones. La piel se extendió y volvió a cubrir los esqueletos. El barranco de huesos se convirtió en una colección de cuerpos. Pero los cuerpos no tenían aliento. No había vida. No había evidencia de corazones latiendo o pulmones respirando. Así que Dios le dijo al profeta que hiciera otra proclamación.

"Entonces Él me dijo: «Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y dile al espíritu: “Así dice el Señor Dios: ‘Ven de los cuatro vientos, oh espíritu, y sopla sobre estos muertos, y vivirán’”». Y profeticé como Él me había ordenado, y el espíritu entró en ellos, y vivieron y se pusieron en pie, un enorme e inmenso ejército" (vv. 9-1 NBLA).

Sin el Espíritu podemos tener huesos, carne, cabelleras y dientes, pero no tenemos vida. Él, y solo Él, es el que da la vida. Para que no nos perdamos el mensaje, Dios nos da el remate. "«Pondré Mi Espíritu en ustedes, y vivirán, y los estableceré en su tierra. Entonces sabrán que Yo, el Señor, he hablado y lo he hecho, declara el Señor»" (v. 14).

Dios cumplió Su promesa. Los hebreos regresaron a su patria unos setenta años después. Y volverán de nuevo en el nuevo reino.

Lo que el Espíritu hizo entonces, lo volverá a hacer por ti.

El cielo entero está esperando que aceptes tú invitación. Proclama una declaración. Expresa la petición sincera de tu corazón. Espíritu, te doy la bienvenida.

Él no coacciona, engatusa o fuerza Su entrada en nuestras vidas. Entra cuando le damos la bienvenida, así que, por el amor de Dios, dale la bienvenida.

Nuestra Ayuda fiel está aquí. Pide al Espíritu que te infunda Su poder. Abre las puertas de par en par. Ponte en el umbral y exclama: «¡Entra!» Inhala el aliento de Jesús. Respira el poder y la presencia profunda y refrescante de Dios. Hazlo ahora, y luego una y otra vez.

Responde

¿Sientes la presencia de Dios en tu vida? Explica cómo.

Describe un momento en el que hayas sentido que el Espíritu Santo te ayudaba.

Oración

Dios Todopoderoso, eres maravilloso. Tus promesas son verdaderas. Gracias por el sacrificio que hizo posible una relación eterna Contigo y gracias por el don del Espíritu Santo.

Escrituras

Día 4

Acerca de este Plan

Nuestra Ayuda Fiel

Estos cinco devocionales diarios están basados en el libro de Max Lucado, Nuestra Ayuda fiel. No tienes que recorrer este camino solo. No tienes que cargar con un peso que no estás destinado a soportar. Es hora de que di...

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Nos gustaría agradecer a HarperCollins/Zondervan/Thomas Nelson por proporcionar este plan. Para mayor información por favor visite: https://www.editorialhccp.com/libros-de-max-lucado/

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