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Esfuerzo

Muchas veces nos gustaría que las cosas fueran simples, que no tuviésemos que hacer ningún tipo de sacrificio adicional para poder conseguir o lograr algún objetivo. Sin embargo, incluso la Biblia dice que las mejores cosas en la vida requieren de algo más que nuestra zona de confort.

Según la Real Academia Española, el esfuerzo es el empleo enérgico del vigor o actividad del ánimo para conseguir algo venciendo dificultades. Es decir, tenemos que hacer uso de una fuerza adicional para vencer algo que nos está costando trabajo.

La Biblia dice que tenemos que esforzarnos en la gracia, pues estamos muy conscientes de que para poder terminar esta carrera necesitaremos de una fuerza adicional. Necesitaremos de una fortaleza especial para perdonar, para superar todas las adversidades; fortaleza que solo podemos encontrar en Dios. Él nos dará energías cuando estemos cansados y multiplicará nuestras fuerzas cuando creamos que no tenemos ninguna.

La Biblia también compara a aquellos que esperan en el Señor y ponen su fuerza en Él a un águila, el ave más fuerte y majestuosa de todas. Cuando un águila es atacada por un cuervo, este se coloca en su espalda y comienza a picotearla. El águila, entonces, comienza a aletear con fuerza y a volar cada vez más alto, provocando, así, que el cuervo se suelte por falta de oxígeno. La Palabra dice que los que esperan en el Señor levantarán vuelo y seguirán adelante sin fatigarse, tal y como un águila se libera de un cuervo. Sin embargo, esto también requiere de la imparable fuerza de Dios en nuestra vida.

Esta es una invitación de Dios a vivir con Su ayuda, a tomarnos de Su mano y a hacerlo nuestra fuente principal de energía. ¡A fortalecernos en Él y a aferrarnos al gran poder de Su fuerza infalible! Cuando venga la prueba, no la rodees, sino aférrate a la fuerza del Señor y atraviésala como un águila. Mete las manos y haz lo que Dios te haya llamado a hacer. Arrodíllate, pero no te quedes en el suelo. Levántate como Elías, porque largo camino te resta.

Cada vez que encuentres una dificultad en tu día, levántate y continúa. Ora, arrodíllate ante Dios y entrégasela, pero vuelve a levantarte y sigue adelante, peleando contra la tormenta con la ayuda de su fuerza. Levántate y vuela, ¡vuela como el águila!

Esperamos que hayas disfrutado este devocional. Te invitamos a ver este mensaje de G3:16 Polanco haciendo click aquí