Up: Escala Tu Fe a Otro NivelMuestra

Tenemos que alabar a nuestro diseñador, porque Él nos creó como seres emotivos.

Las emociones producen los matices que hacen de esta aventura llamada vida, un gran desafío hermoso de experimentar.

Sin embargo, son también las emociones parte de esos recuerdos de sabor amargo, momentos en que su producción destructiva nos llevó a un sendero que hubiésemos no querido recorrer.

Sin duda estas son parte de las consecuencias de la caída del hombre que se vieron inmediatamente reflejadas en el campo emotivo, y partir de allí en todos los seres humanos. Por ejemplo, Caín quien mató a su propio hermano al quedar preso de sus propias pasiones.

Así que llegamos a la gran pregunta: ¿Son buenas o malas las emociones? Por supuesto que son buenas y, como dijimos, una vida sin emociones sería como una vida sin colores.

“Tres verdades que nos harán crecer emocionalmente”:

1. Nuevas criaturas:

2 corintios 5:17

"De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas".

Tenemos una vida nueva. Nos libró de esa naturaleza que controlaba nuestra mente y sentimientos. Hay un nuevo camino, una nueva oportunidad.

1. Nueva relación:

Efesios 1:13

"En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa".

El Espíritu Santo ahora vive en los que creen en el Evangelio. ¡Vive en mí y en ti!

1. Nueva producción:

Gálatas 5:22-24

"Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos".

El Señor está en el timón ahora y todo es diferente, Él nos ayuda en la producción de ese fruto. Él regula nuestras emociones.

Ya no hay ansiedad, ahora hay paz.

Ya no hay egoísmo, ahora hay amor .

Ya no hay intranquilidad, ahora hay paciencia.

Ya no hay explosividad, ahora hay templanza.

Ya no hay duda, ahora hay fe.

Estas son solo algunas posibilidades de lo que el Espíritu Santo puede hacer en ti y en mí si lo escuchamos y obedecemos.