Tú Puedes Ser La Bendición Para Este MundoMuestra

Milagros Hablados

Una forma más de bendecir a las personas es a través de nuestras palabras. ¡Las palabras tienen un poder tan grande! Incluso las plantas, cuando les hablas palabras dulces, florecen con más fuerza y están más sanas =)

Tienes un poder enorme en tus labios: el poder de dar vida o muerte con tus palabras. Sé que cuando las cosas se complican y no salen como esperabas con otra persona, a veces tienes ganas de dejarte llevar por el enfado y de decir cuatro cosas bien dichas. ¡Nos pasa a todos!

Pero, ¿sabes que las cosas que solemos decir cuando estamos enfadados no suelen ser del todo justas, y que además pueden dañar muy fácilmente a los demás? ¡No merece la pena dejarnos llevar, si eso al final nos va a hacer que nos sintamos mal, y va a herir a personas queridas!

Lo mismo ocurre cuando nos reímos de otras personas, o las criticamos, o las menospreciamos de alguna manera. Nuestras palabras se convierten en una maldición para ellas; y no solo las afectan a ellas, sino que a nosotros también nos afectan, ya que nos hacen más insensibles, cínicos, soberbios… ¡Nuestras palabras tienen una clara repercusión en nuestras vidas, y en las de los demás!

La Biblia dice que “hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada, mas la lengua de los sabios es medicina” (Proverbios 12:18). ¡Qué hoy puedas escoger ser sabio y bendecir a los demás con tus palabras!

Sí, querido/a amigo/a, que tus palabras sean una medicina para los demás. No dejes de animar, de edificar, de hablar vida a los demás, de declarar las promesas de Dios sobre sus vidas, de compartir tu corazón y lo que has aprendido con ellas… Aparta esos “golpes de espada” de tu boca. ¡Hay una bendición tan grande cuando decidimos solo hablar lo bueno con las otras personas! Es tan liberador, tan edificante, tanto para ellas como para nosotros…

Que en este día, puedas tomar la decisión de comenzar a poner esto en práctica. ¡No lo dejes para mañana! Que tus palabras sean un milagro para alguien hoy.

¡Eres un Milagro!

Christian Misch