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Un Corazón en El DesiertoMuestra

Un Corazón en El Desierto

DÍA 2 DE 5

No llegamos a un desierto espiritual de la noche a la mañana. No tenemos una relación vibrante con el Señor y de pronto, al día siguiente, nos levantemos en un desierto. Hay cosas que van sucediendo en el interior de nuestro corazón y en el momento menos previsto terminan llevándonos a una sequía espiritual.

Entre los caminos que pueden terminar llevándonos a la sequía del corazón está el camino del sufrimiento. La Biblia nos enseña que vivimos en un mundo caído, en el que tarde o temprano el sufrimiento tocará a nuestras puertas: «En el mundo tienen tribulación; pero confíen, Yo he vencido al mundo» (Jn 16:33).

Es indudable que las aflicciones llegarán a nosotros en diversas envolturas y de distintos tamaños: una muerte inesperada, la pérdida de un trabajo, una relación rota, un anhelo insatisfecho... y la lista pudiera continuar.

Las pruebas tienen el propósito de hacernos más a la imagen de Cristo, no tienen la intención de dañarnos. Sin embargo, ver las aflicciones de esta manera y lograr encontrar gozo en medio de ellas requerirá que nuestras almas estén ancladas en el Señor y Su Palabra. Poder confiar y descansar en Él en medio de las pruebas hará necesario que nuestros ojos estén fijos en Su persona y Sus verdades. Pero la realidad es que esto no es lo que siempre ocurre.

Nos encontramos en medio del sufrimiento, nuestras fuerzas se acaban, estamos agotados emocionalmente y nuestra fe comienza a desgastarse. Hemos estado orando y pidiéndole al Señor que las cosas cambien, pero Su respuesta parece no llegar o lo hace de una manera distinta a lo que hemos estado esperando.

Entonces comenzamos a escuchar esa voz interior, bien alejada de la verdad, que se pregunta si existe la posibilidad de que Dios se haya olvidado de esta alma en dolor, cuestiona el amor de Dios y ya no piensa que algo bueno saldrá de toda su aflicción.

Todo esto hace que comencemos a apartar los ojos de Cristo y nos vayamos sumergiendo en nosotros mismos, en el agujero de nuestro dolor y sufrimiento. Empezamos a ver nuestras circunstancias a través de la lente de nuestro yo y no de la obra del Evangelio, y entonces la sequía llega a nuestras almas.

Otro camino que termina llevándonos a lugares de desierto es el camino del agotamiento. La debilidad física nos hace propensas a la debilidad espiritual. Nuestros cuerpos no son simples caparazones que albergan nuestras almas. No podemos perder de vista que la fragilidad y lo quebrantado de este mundo nos afecta en ambos sentidos, tanto de manera física como espiritual.

Diferentes situaciones en nuestra vida pueden llevarnos al agotamiento: una gran carga laboral prolongada sin tomar en cuenta el descanso de manera intencional, llenarnos de muchas responsabilidades (a veces más de las que Dios mismo quisiera que tuviéramos), o atravesar diferentes etapas de nuestras vidas que son mucho más demandantes que otras.

Todas estas circunstancias prolongadas, sin buscar el descanso de manera intencional y cuidar de manera apropiada y sana nuestro cuerpo, pueden terminar llevándonos al desierto espiritual.

A pesar de que estos y otros caminos pueden estarnos manteniendo lejos y con un corazón seco y sediento, el camino de la gracia está siempre abierto y disponible. No importa qué tanto hayamos desviado nuestra mirada, no importa qué tanto nos hayamos envuelto en otras cosas Su gracia es suficiente.

Jesús es Aquel que nos llama a acercarnos a Él con confianza (Hebreos 4:16) sin importar nuestra condición. Él es Aquel que nos recuerda que nuestras circunstancias pueden ser grandes y difíciles pero Él ha vencido (Juan 16:33) y Él es más grande que nuestro mayor dolor.

Si hoy has estado lejos de Él. Si tus ojos se han apartado del buen Jesús. Vuelve a Él y encontrarás la ayuda oportuna.

Día 1Día 3

Acerca de este Plan

Un Corazón en El Desierto

En medio de la sequía espiritual de nuestras almas tenemos esperanza en Jesús, Aquel que puede hacer correr ríos de agua viva en nuestro interior una vez más.

Nos gustaría agradecer a Paty Namnún por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://linktr.ee/PatyNamnun

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