¡Yo Creo!Muestra

Una fe que nos bendice

En el libro de Proverbios encontramos una descripción muy vívida de las virtudes que caracterizan a la mujer virtuosa. Todas son muy interesantes, pero hay una en particular que siempre me ha llamado la atención y que puede referirse tanto a la mujer como al hombre. Es la que dice: “se ríe de lo por venir"(31:25).

Cuando medito acerca de esta expresión, descarto el que se trate de una despreocupación negligente acerca del futuro. No creo que sea esta actitud de que no me importa lo que venga, sino más bien una actitud de confianza. Es una vida que no está dedicando tiempo a esperar cosas negativas que solo son reales en su imaginación. Veo esta actitud como una que descansa en que Dios tiene el control tanto de nuestro presente como de nuestro futuro.

Hay veces que perdemos tiempo elaborando escenarios negativos donde, de alguna forma, creemos que nos encontraremos en algún tiempo futuro. Es una fe nociva que nos lleva a creer que las cosas no funcionarán, que no habrá mejoría, que no se nos presentará la oportunidad, que sucederá lo peor. Sí, se requiere fe para creer esas cosas que aún no son y que creemos que serán.

Cuando la mujer virtuosa se ríe de lo por venir, tiene su corazón descansando en la verdad de que Dios es nuestro ayudador y tiene el control de nuestras vidas. Ella está ocupada en su presente, y en ese presente se esmera por dar lo mejor de ella. No significa que no haga planes, que no se proyecte hacia el futuro. Lo que denota es que es una mujer sabia, que sabe lo improductivo que es dedicar tiempo a dar vueltas por el futuro solo viendo nubes grises en lugar de visualizar un sol radiante.

Cuando Jesús dijo: “No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?” estaba hablando de las preocupaciones que se extienden hacia el futuro, hacia nuestro mañana. El consejo del Señor es “no os afanéis" (Mt. 6:31,34). Es un consejo de nuestro Maestro que debemos seguir porque nos lleva a un estado de descanso y de fe en su provisión para nosotros.

Reírnos de lo por venir, no es otra cosa que alegrarnos en que nuestro Dios está ahora con nosotros igual que estará mañana. Es no dejar que pensamientos sombríos tomen ocasión de nuestra mente y se paseen libremente causándonos turbación y desasosiego. El Señor nos dice en Su Palabra, “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis" (Jer. 29:11).

Disfrutemos nuestro presente y alegrémonos en la verdad de la continua presencia y el continuo cuidado de Dios en nuestras vidas.