¿Tienes un corazón tibio?Muestra

- ACEPTANDO LA VERDAD

“No eres frío, ni caliente”. No hay nada peor que vivir en una mentira, pero peor aún es saber que lo es y aún así sentirte cómodo. Hace cinco años, yo me creí la mentira de que tenía lo suficiente de Jesús para llamarme cristiana. Amigos, no hay nada peor que vivir a medias. Generalmente, las personas que viven de esta manera son aquellas que saben que Dios es algo "bueno para la vida", pero "el mundo y sus atractivos también lo son". Quieren tener ambas cosas en su vida activamente. Son aquellos que creen que tener "algo de Dios" es suficiente para llamarse "Cristiano" y; el peligro justamente se encuentra allí. Crees que tienes lo necesario de Jesús y que no necesitas más. Congregas la Iglesia y caminas con una Biblia, pero todo es una mentira. Vives dentro de las ovejas, pero cuando Jesús, tu Pastor, te llama a hacer algo, “no escuchas su voz”.

"Tener un corazón dividido no produce fruto, solo hipocresía".

La gran metáfora que usa Juan es increíble. Como lo dije antes, esta ciudad recibía un suministro de agua por un acueducto que tenía kilómetros de distancia. El comentario de John MAcArthur dice que "La Odisea estaba entre dos ciudades: Colosas y Hierápolis. Mientras que la ciudad de Colosas contaba con el agua más refrescante porque era fría, Hierápolis tenía aguas termales que eran medicinales. Su principal suministro venía de Hierápolis y, como viajaba por casi seis millas, llegaba tibia. Al ser tibia, no lograba ningún propósito; no refrescaba ni tampoco podía ser medicinal. En otras palabras, era inútil".

¿Qué similitud tiene esto con lo espiritual? Tu vida no tendrá ninguna trascendencia eterna. Vivir de esta manera es vivir en una relación vacía con Cristo. Es decir, "crees que tienes lo necesario de Jesús para llamarte creyente, pero en realidad no tienes lo suficiente para que tu vida sea transformada".

El primer paso para poder salir de esta mentira es aceptando la verdad de quiénes somos y de cómo estamos viviendo; entendiendo que necesitamos entregar Todo de nosotros a Jesús. Él necesita ser, no solo Nuestro Salvador, sino también Nuestro Señor. No puedes tener tener mitad de Jesús en tu vida, Jesús quiere darte una vida y una vida en abundancia.

Un corazón dividido es un corazón que no ama de verdad.