6 Señales para encontrar tu llamadoMuestra

Cuando tuve curiosidad por descubrir la voluntad de Dios para mi vida, me concentré en amar a Dios, participar en las actividades de la iglesia como la oración y el ayuno, y fui obediente a lo que mi pastor me dijo que hiciera en la iglesia.

Por ejemplo, una vez, mi pastor me dijo que me uniera al equipo de adoración; pero rápidamente todos nos dimos cuenta de que el equipo de adoración no era para mí. Yo tenía 14 años en ese momento, y recuerdo sentir una unción mientras predicaba, así que me concentré en hablar.

Dios no reveló Su llamado para mí hasta que estuve involucrado en servir en lo que pude en mi iglesia local.

Dios me confirmó el llamado así: A los 16 o 17 años ya estaba guiando a los jóvenes, y sentí el llamado de Dios. Yo estaba de rodillas, llorando y suplicando a Dios, y lo sentí en la habitación diciéndome: “Te estoy llamando; estás llamado a alcanzar el mundo”.

Dios puede revelar Su voluntad para ti a través de un sueño, una profecía o un susurro interior.

En la Biblia, algunos fueron llamados por medio de un ángel, de una zarza ardiente o de un profeta. Para mí fue una impresión en mi corazón (un encuentro con el Señor), lo que me llevó al ministerio en el que me encuentro hoy.

Enfócate en amar a Dios y contribuir a tu iglesia, y entonces, Dios confirmará tu llamado brindándote una revelación específica.

Usted puede preguntar: "Pero, ¿y si no obtengo una revelación específica?

Todavía sirve en tu iglesia local.

Si vas a amar a Dios, entonces ama a las personas, discipúlalos, gana a los perdidos, echa fuera demonios, sana a los enfermos, ama a tu cónyuge, cría a tus hijos, vive con integridad y vive una vida de obediencia a Dios; ya estás cumpliendo tu llamado.

Continúa sirviendo a Dios y haz todo como para el Señor.

Oración de hoy:

Dios, mientras dedico mi tiempo a servir a los demás, te pido que me muestres cuál es tu llamado específico para mí. Ayúdame a servir a los demás sin reservas y enséñame a amar a las personas como Tú lo haces. Confío mi futuro en tus manos en el nombre de Jesús, amén.