Los hombres del Reino se levantan: Un Plan de lectura de 8 días Muestra

Elegido para el desafío

Al comprar un juego de damas, notarás que en la parte superior cada pieza lleva la insignia de una corona. Esto es porque cada ficha fue creada para convertirse en un rey.

Una ficha es coronada cuando llega con éxito al otro lado del tablero, luego tendrá el derecho y la autoridad para maniobrar y funcionar a un nivel más elevado. Sin embargo, la realidad es que la mayoría de las fichas individuales no llegarán con éxito al otro lado del tablero para ser coronadas porque la oposición les saltará y las sacará del juego. El que una ficha logre el objetivo de ser coronada como rey está totalmente determinado por los movimientos realizados por la mano que la controla.

Cuando Dios creó al hombre lo creó con una corona, cada hombre fue hecho para gobernar bajo la autoridad de Dios. Sin embargo, desde el primer hombre, Adán, Satanás ha tratado de “capturar” a cada hombre para evitar que cumpla los propósitos de su reino. Él hace todo lo posible para evitar que funcionemos alineados con Dios para que nuestras familias, iglesias, comunidades, y naciones experimenten las consecuencias y la confusión de los hombres que viven independientemente de Dios. En el juego de la vida, cuando se trata de guerra espiritual, necesitas pasar a la ofensiva. Tendrás que saltar, o serás capturado por los ataques de Satanás.

Satanás es libre de deambular dentro de lo permitido, Dios lo tiene atado a una correa. Sin embargo, Dios permitirá a menudo que Satanás nos tiente como hombres o haga la guerra contra nosotros porque es en esos momentos de prueba que nuestro verdadero carácter es formado o revelado.

La fuerza que necesitamos para batallar contra el enemigo es provista por Dios (Efesios.6:10-11). Esto es obvio, pero juzgando por la manera en que tratamos esta verdad, vale la pena repetirla.

Muchos nos inclinamos hacia uno de dos extremos cuando se trata del diablo. Algunos hombres lo sobrestiman, se vuelven temerosos y tímidos para que Satanás no salte sobre ellos. Otros lo subestiman. Sí, Satanás es un enemigo derrotado, pero aunque él no es más que un condenado a muerte en espera de ejecución, no es prudente dormir en su celda.

La incapacidad de librar una guerra espiritual constante contra el enemigo ha mantenido a muchos hombres en un ciclo de derrota, desánimo, confusión, rebelión y adicción. Como resultado, enfrentamos el caos espiritual, social, racial, y político que experimentamos hoy.

Cuando los hombres de Dios decidan levantarse para cumplir con su llamado, veremos a Dios sanar nuestros corazones, familias, iglesias, y tierra. Veremos la victoria sobre Satanás y sus estrategias. Una vez que aprendamos cómo librar nuestras propias batallas para llevar puestas nuestras coronas, también podremos ser usados por Dios para coronar a la próxima generación con los valores del reino. Fuimos elegidos por Dios para este desafío.