Padre nuestro que estás en los cielosMuestra

Padre nuestro

Nunca pensé que sería el tipo de persona que miraría a los niños mientras duermen, pero lo soy. Cuando llego tarde a casa del trabajo o de un partido de fútbol, entro a hurtadillas a las habitaciones de mis hijas y simplemente las miro. A veces me siento en la alfombra y simplemente miro sus pies descalzos que salen por debajo de las mantas rosas o fijo mis ojos en sus caritas acurrucadas contra su «peluche» favorito. Hay pocas cosas más bellas o emotivas para mí que esas dos niñas.

Por eso adoro la oración de Jesús. En el momento en que sus discípulos le pidieron un tutorial sobre cómo hablar con Dios, Jesús no dijo: «Oren así: Rey nuestro que estás en los cielos». Tampoco les indicó que dijeran: «Juez nuestro que estás en los cielos». No, les dio un modelo de oración que conmueve nuestros corazones. Jesús dijo: «Ustedes deben orar así: Padre nuestro, que estás en los cielos» (Mateo 6:9). ¡Qué palabra! Dios es su padre. Usted es su hijo. Increíble, ¿no?

Después de todo lo que usted ha hecho mal. Después de todo lo que le ha fallado en hacer lo correcto. Después de todo lo que ha luchado, se ha complacido o ha sido demasiado temeroso para defender. Después de todo, Dios no se avergüenza de llamarlo hijo. Él se siente como yo me siento cuando me tiendo en la alfombra y miro a mis hijas. El amor infla su corazón. La emoción inunda su mente. Usted no es un subalterno de Dios ni un nombre ni un número. Usted es infinitamente valioso. ¡Si solo pudiera ver el rostro de su Padre cuando lo mira desde arriba!