Tomando a Dios en SerioMuestra

Estar en una relación de pacto con Dios significa tomarlo en serio.

¿Alguna vez se ha detenido a pensar en la potencia que contiene su automóvil? Sin entrar en las minucias de la física, permítanme dar un ejemplo bastante simple. Alguien ha descubierto que si choca su automóvil mientras conduce a 65 millas por hora, es la misma fuerza que si lo empujara desde un edificio de doce pisos.

Ahora bien, si realmente estuviera conduciendo nuestro automóvil en la parte superior de un edificio de doce pisos, sería extremadamente cuidadoso. Sin embargo, debido a que estamos acostumbrados a conducir a 65 millas por hora, muchos de nosotros no consideramos lo peligroso que podría ser. Si aparta su atención de la carretera, podría "terminar el juego".

Hay límites alrededor del uso de un vehículo de alta potencia. Nos tomamos muy en serio la conducción.

Sin embargo, muchos no tienen ni idea de cómo hacer lo mismo con Dios. Quieren los beneficios de Dios sin las fronteras que son creadas por un miedo y un asombro apropiados. Tratan a Dios como el policía que ven en el espejo retrovisor. Él afecta lo que haces cuando Él está en una proximidad visible, tal vez en la iglesia o en un entorno de grupos pequeños. Pero salga del cristianismo cultural y el pie pisa con fuerza el acelerador una vez más.

¿Qué sucede cuando no tomamos a Dios en serio?

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