Jesús me da el poder de mostrar mi fe para que Dios haga lo sobrenatural

Un requisito para ser un campeón espiritual es tener fe. “La fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” (Hebreos 11:1). De hecho, la fe es tan importante que La Palabra de Dios dice que uno no puede agradar a Dios sin ella.

Asimismo, la Biblia relata que había una viuda que necesitaba dinero, pero, humanamente, no veía cómo pagar sus deudas. Ella era solamente dueña de un frasco de aceite de oliva. Cuando Eliseo le pide recolectar frascos vacíos de sus vecinos para llenarlos con el aceite de su propio frasco, ella lo hizo así. Eso es fe. Ella trajo su deficiencia y su fe - y con eso Dios hizo lo sobrenatural. Él nunca nos ha pedido hacer lo sobrenatural o imposible por nuestra propia cuenta. Dios nos pide obediencia y fe. Él se encarga de hacer el milagro.

En los tiempos antiguos, antes que Jesús viniera a la tierra de forma humana, Dios usaba a hombres imperfectos como un preludio o un indicio de lo que Jesús iba a ser posteriormente. La historia de la viuda se repite de alguna forma cuando Jesús transforma el agua en vino durante una boda. Como Eliseo, Jesús encontró una situación de necesidad: se había acabado el vino de la boda. También, como Eliseo, Jesús envió a las personas con necesidad a usar solamente lo que tenían y su fe. Jesús se encargó de hacer el milagro.

Para tener fe debemos poner la mirada en Jesús: obedecer Su voz y creer en Él para hacer lo imposible. Él es el que inicia y perfecciona nuestra fe. La Biblia lo nombra "El Campeón" (Hebreos 12:2). Así que, para ser un campeón en el área espiritual de nuestras vidas, hay que fijar nuestra vista en Jesús y Él aumentará nuestra fe para agradar a Dios.