Liderazgo espiritual en el hogarMuestra

Carga de trabajo

Mateo 6:25 nos dice que Dios se encargará de todas las cosas por las que la gente está ansiosa, como la comida, la ropa y la casa. Nuestro Padre Celestial sabe que necesitamos estas cosas. Él se encarga de ellas.  

Sin embargo, lo que a menudo impulsa a un hombre a convertirse en un adicto al trabajo es una sensación de seguridad que encuentra en su labor. Necesitamos recordar que nuestro proveedor es el Señor y él nos llama a vivir para él preeminentemente, a seguir las cosas que pertenecen a la justicia y a la piedad. No es justo ni piadoso descuidar a nuestra esposa, a nuestros hijos o a nuestra iglesia. Si nuestra vida laboral hace que sea imposible buscar la integridad en esos ámbitos, debemos ajustar lo que estamos haciendo en el trabajo.

La Biblia nos enseña acerca de la vida en el hogar en un tiempo en que la cultura era principalmente campestre. El trabajo era arduo y duraba todo el día. Necesitamos escuchar que la Biblia espera que cuidemos de nuestras esposas e hijos incluso en ese tipo de contexto. Esa era la cultura cuando se dio esta orden por primera vez.  

Dios nos llama a trabajar arduamente y cuidar de nuestras familias, pero eso no significa que necesitemos estar en casa todo el tiempo. Obedecer a Dios no puede requerir que restrinjamos nuestro trabajo a donde solo estemos trabajando de cinco a seis horas al día. En lugar de truncar nuestra vida laboral, cuando el día llegue a su fin, debemos asegurarnos de tener suficientes reservas para invertir lo suficiente en amar a nuestra esposa e instruir a nuestros hijos.

Nuestro papel como esposos y padres significa que debemos ser dadores y siervos. Tenemos el ejemplo perfecto en el Señor Jesucristo, quien no vino para ser servido, sino para servir. Él dio su vida como rescate por muchos. Si podemos tener esa misma mentalidad, donde existimos para servir, cuando lleguemos a casa del trabajo no pensaremos que estamos sobrecargados por tener que servir de otras maneras, como escuchar a nuestra esposa, que pasó todo el día hablando con un niño de cinco años y no ha tenido una conversación adulta. Si ella dice: «¿Podemos repasar las lecciones bíblicas con los niños?», eso es algo que debemos aceptar con alegría.

Hay algo grandioso en poner la cabeza en la almohada por la noche sabiendo que has trabajado duro en todos los ámbitos que Dios te ha dado para ser fiel. Hay gozo en eso. Creemos que nos estamos apapachando a nosotros mismos al ignorar esas responsabilidades. Más bien, nos estamos robando a nosotros mismos el gozo que se recibe al trabajar duro en las cosas que Dios nos ha asignado.

Este devocional se basó en un episodio del Podcast Straight Truth. Considera suscribirte a Straight Truth podcast aquí: suscríbete al canal de YouTube de Straight Truth Podcast . Publicamos nuevos episodios cada jueves.