Como resistir el pecadoMuestra

El ojo: una puerta al corazón

El ojo es como una puerta porque lo que entra por los ojos se abre paso hasta el corazón. A menudo leemos el pasaje de Mateo 5:28 con ojos masculinos: «Pero yo digo que el que mira con pasión sexual a una mujer ya ha cometido adulterio con ella en el corazón». Pensamos que esto solo se aplica a los varones.

Jesús habló en sentido figurado, no literalmente, por lo que el mensaje es para todos nosotros, no solo para los varones. Jesús enseña que la batalla está en el corazón y la mente, extendiéndose a todo pecado. Él solo dio un ejemplo para señalarnos la naturaleza interna del pecado. ¿El pecado es sólo cometer adulterio físico? No, es mirar a una mujer con intenciones pecaminosas en nuestro corazón. El único ejemplo de Jesús nos ayuda a ver cómo su enseñanza se aplica a todos los asuntos. 

En Génesis, encontramos que Satanás tentó a la mujer por tres vías. Ella vio el árbol de la ciencia del bien y del mal, y primero lo vio bueno para comer. Luego, lo vio como atractivo para sus ojos. Finalmente, lo vio como un medio para llegar a ser sabia. 

1 Juan 2:15-16 nos enseña: «No amen al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguien ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, la pasión de la carne, la pasión de los ojos, y la arrogancia de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo».

Encontramos que estas tres vías de tentación nunca han cambiado. Lo que nos atrae física y visualmente: la mujer vio que era bueno para comer y agradable a los ojos; la pasión de la carne y de los ojos. Después ella vio que era deseable para obtener sabiduría: la arrogancia de la vida. Esas son las vías de tentación con las que los seres humanos siguen lidiando hasta el día de hoy. 

Debemos ser cuidadosos con lo que entra a través de nuestros ojos porque ahora sabemos que el pecado entra por estas tres vías. Jesús dijo que es mejor perder un miembro de nuestro cuerpo que nuestra alma perezca en el infierno. Debemos tener cuidado de no exaltar la satisfacción física a un lugar más importante que el bienestar de nuestra alma.

Debemos tener cuidado con cualquier cosa que nos exalte a nosotros y que haga que Dios sea menos importante. Queremos escuchar y guardar la Palabra de Dios, que exaltará a Dios y nos humillará. Mientras practicamos ese cuidado, estamos dando muerte a las obras del cuerpo y dando muerte a las cosas que deshonran a Dios. Estamos peleando con el pecado en nuestras vidas.

Este devocional está basado en un episodio de Straight Truth Podcast. Considera suscribirte al canal de YouTube de Straight Truth Podcast . Nuevos episodios todos los jueves.