Abrumada Por Mis Bendiciones (Parte 10)Muestra

Hijas del día

Encontrar tiempo para pasar con Jesús puede ser algo muy difícil de hacer para las mamás. Generalmente estamos privadas de sueño por levantarnos con los pequeños por la noche o estamos corriendo por toda la ciudad llevando a los niños a la escuela y otras actividades. ¡No parece que nos quede un momento libre en nuestro día para nada!

Creo que es por eso que gran parte de la Palabra de Dios habla de reunirse con Él por la mañana. Nos obliga a buscarlo primero antes de que nuestro día esté lleno de todas las otras cosas necesarias e importantes que hacemos. Sin ese comienzo fuerte con Él todas las mañanas, nuestro día se llena rápidamente de discusiones y conflictos entre hermanos, llegar al trabajo, la lavandería y las compras interminables, las redes sociales que todos amamos o esos podcasts adictivos.

En mi crianza, llegó un momento en que descubrí que comenzar mi mañana con Jesús marcó la pauta para el resto de mi día. Me recordó dónde poner mi esperanza y confianza, y me dio la oportunidad de alinear mis pensamientos con los de Él.

Alinearse con Él es vital cuando tu mañana puede incluir niños malhumorados, un esposo que perdió las llaves o un adolescente tosco. Al abrir nuestras Biblias y acercarnos a Jesús con corazones abiertos y hambrientos, Sus poderosas palabras vivas nos ayudan a elegir las palabras y actitudes correctas cuando más las necesitamos. Estaremos armadas con la Espada del Espíritu y obtendremos sabiduría para responder a cada conflicto que encontremos, incluso antes del desayuno. Llevaremos la paz a nuestros corazones y hogares porque Él es Paz. ¿Y a qué mamá no le vendría bien un poco más de Paz?

Puedes ser una persona nocturna que disfruta leyendo su Biblia por la noche antes de irte a dormir. Lo entiendo. Pero te animo a que también comiences tu día temprano con Jesús antes de que tus hijos se levanten, antes de que comiencen tus batallas. Es una de las mejores decisiones que he tomado y que sigo haciendo hoy.

¿Te está llamando el Señor a ser hija del día? ¿Le has preguntado? Inténtalo. Puede ser una práctica difícil de comenzar, pero podrías sorprenderte maravillosamente de lo que puede significar para ti y para tu familia renunciar a treinta minutos de precioso sueño.

Padre, quiero que el encuentro contigo primero, antes de comenzar mi día, sea una prioridad para mí. Ayúdame a ser consistente en esta práctica el tiempo suficiente para ver el valor que esta agrega para mí y mi familia. Te pido que me des un fuerte deseo de despertarme más temprano. Ayúdame a luchar contra todas las excusas que tan pronto me vienen a la mente. Que la comprensión de Tu increíble y extravagante amor por mí me impulse hacia Ti cada mañana. Estoy configurando mi alarma para mañana por la mañana en este mismo momento.