Vivir renovado: En el nuevo añoMuestra

Comenzar el nuevo año con acción de gracias

¿Cómo comenzarás el nuevo año? Si el año pasado fue particularmente difícil o decepcionante, puede ser tentador decir adiós y hasta nunca sin mirar atrás. Pero antes de que cierres ese libro, toma un momento para reflexionar y agradecer.

El Salmo 100 nos alienta a entrar por las puertas de Dios con acción de gracias e ir a sus atrios con alabanza, no porque nuestras circunstancias sean buenas, sino porque Él lo es. No hay mejor manera de comenzar el nuevo año que dar gracias a Dios por quién es y por todo lo que ha hecho por nosotros.

Agradece a Dios por tu hogar, tu auto, o el trabajo que amas. Dile que estás agradecida por el aire que respiras, tu buena salud o la familia que te vuelve loca. Agradécele por guiarte y darte ánimo a través de su palabra en la Biblia. Y agradécele por enviar a su Hijo Jesús a sufrir una muerte que no merecía para darte el regalo de la vida eterna que nunca podrías ganar. 

Cuando agradecemos a Dios, reconocemos su poder, su presencia y su provisión en nuestras vidas. Cambia la forma en que lo percibimos y la forma de ver nuestras circunstancias. Incluso si las situaciones son difíciles, cuando alabas a Dios es imposible sentarse y obsesionarse con toda la negatividad. Dar gracias a Dios nos obliga a dejar de ver nuestro dolor interior y admirarlo a Él. Cuando nuestros ojos están centrados en Él todo lo que podemos ver es su grandeza y eso nos recuerda que ninguno de nuestros problemas es demasiado grande para nuestro poderoso Dios. 

Alabar a Dios cambia la manera en que nos acercamos a Él. Dar las gracias por lo que tenemos antes de pedir algo más nos permite alinear nuestro corazón al suyo. Nos ayuda a encontrar una postura de humildad y elimina nuestro sentido de derecho de tal manera que incluso si no obtenemos lo que pedimos, nos recuerda su carácter, sus promesas y su amor por nosotros. 

Comenzar una oración agradeciendo a Dios es una manera de rendición. Es una confesión voluntaria de que no se trata de nosotros, sino de Él. Cambia nuestro enfoque hacia el cielo y profundiza nuestro amor por Dios.

Toma un momento para ver el año pasado a través del lente de la gratitud. Dile a Dios una cosa por la que hoy estás agradecido, aunque sea algo pequeño. Incluso, comprométete a hacerlo tal vez semanal o diariamente. Escribe tu lista en una nota en tu celular, comienza un diario de gratitud o publícalo en las redes sociales para que comiences a reconocer con mayor facilidad su fidelidad en este nuevo año.