Serie Nuevos en La Fe: SalvaciónMuestra

¿Qué es la salvación?

Salvación

 El Huerto de Getsemaní

En el Getsemaní se gesta nuestra salvación. El tiempo en el que iban a crucificar a Jesús se acercaba y fue ahí donde el Salvador se encontró como hombre. 

"Y adelantándose un poco, cayó sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú quieras." Mateo 26:39 (LBLA)

La lucha que Jesús tenía ahí no era necesariamente por indecisión, Hebreos 10: 6 y 7 (RV1960) nos lo explica:

"Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron.

Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para

hacer tu voluntad,

Como en el rollo del libro está escrito de mí."

Desde mucho antes, Jesús se había propuesto morir por nosotros. Pero había una cosa que no sabía el Dios que todo lo sabe hasta que caminó aquí en la tierra; Jesús aún no sabía que era padecer como hombre. 

No nos podemos imaginar lo que Jesús pudo haber sentido ese momento en el Getsemaní,  hasta ese momento todo lo que él había presenciado era el abrazo del Padre en el cielo, mas cuando se encontró en ese huerto dice la escritura que él sudo sangre.

Medicamente se dice que cuando se suda sangre es porque se encuentra en un estado de agonía.

Dice Lucas que Jesús entró en «agonía», un vocablo que en griego significa «estar dispuesto para el combate». Así pues, en aquella noche del Jueves Santo, Cristo sufrió, sudó y sangró como un soldado velando sus armas para la batalla.

Es una posición que nadie entenderá, pero sí nos podemos imaginar que fue algo muy doloroso. El tipo de muerte que sufrió Jesús para los romanos era la muerte más dura y la más despreciable. Pero a pesar de eso, Él asumió la muerte por cada uno de nosotros y así poder otorgarnos su salvación.

De: Paola Arias