Discernimiento CristianoMuestra

La sabiduría de Dios

El mundo alimenta constantemente a los cristianos con información, la queramos o no. Oímos medias verdades a nuestro alrededor. Como cristianos, si somos fieles en nuestra lectura de la Biblia y en nuestra asistencia a la iglesia, querremos evaluar correctamente lo que el mundo nos está dando, de acuerdo con las normas de Dios. 

El discernimiento es la capacidad de aprobar lo que Dios aprueba y rechazar lo que Dios desaprueba, porque puedo reconocer la diferencia. Quiero que el Señor me haga crecer hasta el lugar donde pueda darme cuenta de lo que le agrada y lo que no. Entonces, quiero aprobar consistentemente lo que Dios aprueba y rechazar lo que él desaprueba.

Sólo hay una manera de desarrollar tal discernimiento: con el conocimiento de la Palabra de Dios. Hebreos enseña que los maduros son los que tienen sus poderes de razonamiento o reconocimiento entrenados por la práctica de la Palabra de Dios. Lo practicamos conociendo lo que leemos en la Escritura, saturándonos de Su Palabra y haciendo consistentemente nuestras elecciones del lado de la verdad. Tenemos que llegar a un lugar donde operamos en ese tipo de discernimiento, donde buscamos agradar a Dios en lugar de a la gente. 

Lo que frecuentemente desvía nuestra perspectiva es que queremos agradar a Dios y aferrarnos a la aprobación, el aplauso y la aceptación de la cultura en la que vivimos. Tengo que llegar a un punto en el que tenga el coraje concedido por Dios para decir:

«Si este mundo me rechaza, pero he complacido al Señor, entonces estoy satisfecho. Señor, lo que quiero saber, es lo que te agrada a ti, para tomar decisiones en base a lo que sé que tú quisieras que yo escoja».

¿Hay algún asunto en el que el mundo esté de acuerdo con las Escrituras? No. Si elijo consistentemente lo que Dios aprueba, no estaré de acuerdo con el mundo, pero un montón de asuntos irán de acuerdo con las normas de Dios. Esta práctica determinará lo que quiero hacer en mi matrimonio, cómo educo y disciplino a mis hijos, mis prioridades, cómo gano mi dinero: quiero saber lo que le agrada a Dios y luego elegir consistentemente de acuerdo con eso.