Dones Espirituales: Encontrando Tu Posición en El Equipo De JesúsMuestra

Recibir un don versus usar un don

A menudo en la vida recibimos un regalo, pero no tenemos idea de cómo usarlo. Por ejemplo, cuando cada uno de nuestros cinco hijos obtuvo su licencia de conducir, les compramos un automóvil, pero nunca le habríamos simplemente entregado las llaves con la esperanza de que descubrieran cómo conducir en la autopista.

Además del regalo, necesitaban enseñanza y entrenamiento para aprender a utilizar mejor ese regalo. Este mismo principio se aplica a los dones espirituales, ya que el Espíritu los da y luego aprendemos a usarlos. Pablo abrió su carta diciéndole a la iglesia de Corinto “no les falta ningún don espiritual”. A pesar de tener dones increíbles, la iglesia era inmadura y estaba confundida, razón por la cual le enviaron a Pablo una lista de preguntas, con lo que sus severas reprimendas y respuestas comprenden 1-2 Corintios.

Es importante destacar que Pablo no solo escribe su carta, sino que tiene la intención de que sea leída y obedecida en la iglesia por el pueblo de Dios en comunidad. Este simple hecho es vital. No puedes entender o aplicar correctamente la Palabra de Dios sin el Espíritu de Dios en ti y el pueblo de Dios a tu alrededor. De la misma manera, todos los padres saben que no se puede simplemente dar información a sus hijos y esperar que aprendan todo lo que necesitan saber y se conviertan en quienes Dios quiere que sean, a menos que también estén rodeados de padres amorosos que sean ejemplo para ellos y que los corrijan.

Lo que es cierto cuando nacemos también lo es cuando nacemos de nuevo. El hijo de Dios fácilmente malinterpreta lo que se le enseña y estar en relación con personas más maduras que actúan como madres y padres espirituales, junto con hermanos y hermanas más maduras espiritualmente, le ayuda a aprender no solo escuchando lo que se enseña, sino también viendo cómo está siendo aplicado.

Cuando alguien es nuevo en la fe cristiana, trae consigo sus creencias y comportamientos que son completamente opuestos al Reino de Dios. Todos comenzamos en la cultura del mundo, que es la forma en que la gente vive el infierno en sus vidas antes de encontrarse con Dios y comenzar a vivir bajando el cielo a sus vidas.

En 1 Corintios 13, Pablo está comunicando un gran concepto, específicamente que hay una diferencia entre los dones espirituales y la madurez espiritual. Los dones espirituales son las habilidades que Dios nos da para poder servirle en un ministerio fructífero. Sin embargo, los dones espirituales por sí solos no son suficientes para que seamos como Jesús o para que nuestra iglesia este unida y llena de amor como Jesús pretende. Por lo tanto, la madurez espiritual es al menos tan importante como los dones espirituales. La madurez espiritual está marcada por el amor. En la práctica, esto significa que, a pesar de la diferencia de dones y ministerios, cada cristiano debe usar sus dones de tal manera que otros sepan que son amados por Dios, la iglesia y la persona que los está ministrando. Sin la madurez en amor, los dones son simplemente una oportunidad para hacer un gran daño.

La iglesia debe funcionar como una familia grande y saludable donde los miembros más antiguos ayudan a los más nuevos en su fe, entrenándolos en cómo usar sus dones espirituales y en las verdades de la Palabra de Dios.

¿Quién ha sido para ti un modelo o ejemplo de la fe? ¿Cómo puedes ayudar a entrenar a otros?