Un mejor caminoMuestra

Compasión insaciable

¿A veces te sientes indiferente a la necesidad de otros, o tal vez tan no tienes la capacidad de preocuparte sobre tantas malas noticias que escuchas? 

Con nuestra constante conexión a las noticias, no es extraño que nuestros niveles de simpatía estén decayendo. Pero toda esta apatía sólo nos lleva a sentir empatía. 

Tiene que existir una mejor manera de vivir. 

El último versículo de 1 Corintios 12 ayuda a aclararlo: 

"… Pero ahora déjenme mostrarles una manera de vida que supera a todas las demás" 1 Corintios 12:31 NTV. 

Inmediatamente después de ese versículo, Pablo continúa con lo que conocemos como el capítulo del amor. Se lee en las bodas, especialmente en los votos matrimoniales, ya que describe el tipo de amor que a todos les gustaría tener.

Comienza con este contundente llamado al amor y compasión: 

"Si pudiera hablar todos los idiomas del mundo y de los ángeles pero no amara a los demás, yo solo sería un metal ruidoso o un címbalo que resuena"1 Corintios 13:1 NTV.

Sin amor, no somos nada. Y es por eso que la respuesta que da Jesús a la pregunta sobre los dos mandamientos más importantes es amar a Dios y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. 

Después de esta respuesta, Jesús comenzó a contar una historia que ilustra a ese amor compasivo. La parábola del buen samaritano, y en la historia, podemos ver un hombre herido al costado del camino. Pasa junto a él un sacerdote, como también lo hace un asistente del templo sin hacer nada. 

Pero, un samaritano le muestra compasión. Atiende sus heridas, lo lleva a una posada, y le paga su deuda. Su compasión lo lleva a la acción y sacrificio. 

Lo interesante es lo que el samaritano no hace. No pregunta ni saca conclusiones. En lugar de eso, comienza por mostrar compasión. No ve a un hombre tirado a un lado del camino y se pregunta: “Bueno, ¿qué hizo para merecer esto?”. Él no lo condena sino que lo cuida. 

Observemos el proceder de Jesús en Juan 8, cuando los líderes religiosos preguntaron cual es la opinión de Jesús en cómo proceder con una mujer encontrada en adulterio. La ley decía que la apedrearan, pero Jesús vio la oportunidad para amarla.  

Él ofreció que cualquiera que no tenga pecado lanzara la primera piedra, hasta que Él, el único que nunca había pecado, fue a su rescate. Luego la miró a los ojos, no para condenarla, sino para invitarla a dejar su vida de pecado y que siga Su mejor camino. 

Nosotros somos llamados a vivir con esa misma compasión. No es nuestra labor condenar. Al contrario, fuimos llamados a conectar. 

Oración: Dios, me he dado cuenta de que he estado adormecido ante el dolor de los demás. Ayúdame a desechar esa comodidad y en cambio elegir la compasión. Quiebra mi corazón por las cosas que quiebran el Tuyo, y muéstrame cómo conectar con otros de la forma que Tú lo haces. En el nombre de Jesús, amén. 

Práctica: Piensa en la manera en que puedas mostrar compasión por otros el día de hoy. Luego, ve y hazlo.