Él Siempre va Delante De NosotrosMuestra

"Batalla, No Bajes La Guardia"

Como les decía, siempre tenemos que estar alertas porque no sabemos en qué momento pueden llegar a nuestra vida personas influenciadas por el enemigo intentando a través de su maldad hacernos daño. Sabemos bien que Dios cuida de nosotros y que en Cristo Jesús somos más que vencedores; sin embargo, no significa esto que podamos bajar la guardia y que no tengamos nada que hacer al respecto. Al contrario, si tenemos el Espíritu de Dios, Él nos guiará a actuar con astucia e inteligencia en todo tiempo, acorde a la sabiduría del reino al que pertenecemos, al reino de los cielos.

Batalla, no bajes la guardia; tu comunión con Dios avivará en ti el discernimiento que te permitirá comprender no sólo los tiempos que enfrentas sino las intensiones de las personas que te rodean. A veces nos cegamos con la misericordia y caemos en una falsa piedad que nos lleva a ser pusilánimes ante los ataques que el enemigo maquina usando a algunas personas a nuestro alrededor. Es necesario comprender que hay enemigos visibles e invisibles, demonios encarnados y no encarnados con los que tenemos que batallar. ¡Ojo! normalmente encontramos en nuestro camino personas tan malvadas que pretenden subyugarnos a su perversidad, amedrentarnos con su maldad y someternos a su dominio de oscuridad; aprovechando además, las debilidades que tenemos para lograr su propósito. A veces no discernimos que se trata de una persona dominada y totalmente influenciada por espíritus malignos que saben perfectamente cómo pueden dañarnos porque conocen nuestras debilidades.

Hay que estar alertas, hay que perseverar en avivar a través del Espíritu, el carácter y la identidad de Cristo en nosotros; a fin de que, con su poder podamos vencer todas las artimañas que el enemigo maquine en nuestra contra. Tenemos que andar con cuidado, ser conscientes de que constantemente estamos en un campo minado por el mal y que cualquier paso en falso puede lastimarnos. Por eso, es necesario permanecer en comunión constante con nuestro Padre, a través de su Palabra y de la oración; Él nos revelará lo que puede estar sucediendo a nuestro alrededor y puede revelarnos las intensiones de los corazones de aquellos que también nos rodean. Él nos dirá qué hacer, cómo actuar ante los enemigos que pretendan hacernos frente, y lo mejor, es que contamos con la promesa de la victoria en Cristo Jesús, porque no somos nosotros quienes batallamos en nuestras propias fuerzas, sino que es Él, a través del poder del Espíritu guiándonos, protegiéndonos, defendiéndonos y respaldándonos.