INTRODUCCIÓN

Este es el primero de una serie de planes bajo el tema Aprendiendo De Los Animales. A través de esta serie aprenderemos aquello que Dios nos quiere enseñar a través de ellos.

Job 12:7-9 nos dice: Observa a los animales, y aprende de ellos; mira a las aves en los cielos, y oye lo que te dicen. Habla con la tierra, para que te enseñe; hasta los peces te lo han de contar. ¿Habrá entre éstos alguien que no sepa que todo esto lo hizo la mano del Señor?

El contexto bíblico en este capítulo nos revela el dilema en el que se encontraba Job, quien acepta y se considera parte de una sociedad corrupta; pero en medio de ella, reafirma su sabiduría en Dios y nos impulsa a afrontar esta verdad mirando a los animales para aprender de ellos. Echemos un vistazo a la fauna y descubramos juntos lo que tiene que enseñarnos durante los siguientes días, el ciervo.

El Ciervo Brama

Alguien que escribió unos versos claves sobre el ciervo lo fue un músico principal llamado Masquil, de los hijos de Coré y los dejó plasmados en el libro de Salmos 42:1-2, éstos nos revelan lo siguiente:

Como el ciervo brama por las                                                                                            

corrientes de las aguas,                                                            

Así clama por ti, oh Dios, el alma mía.                                                                                          

Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo;                                                                            

¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?                                                            

Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche,                                                                

Mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu Dios?

Para llegar a una mejor comprensión sobre la razón por la que se utilizó esta alegoría, necesitamos observar la vida de este animal creado por Dios para vivir en las montañas, con todas sus fortalezas y sus debilidades.

El ciervo es un mamífero rumiante y salvaje, pero se alimenta de hierbas, o sea es herbívoro. De patas largas, cola corta y pelo áspero corto, marrón o gris. El macho tiene cuernos grandes y por ellos puede verse como un animal fuerte; sin embargo, también tiene varias debilidades.

La pregunta primordial respondida en este pasaje bíblico es ¿POR QUÉ BRAMA EL CIERVO? Ella nos muestra la primera debilidad de este animal y es que padece de una sed casi constante. Cuando eso sucede comienza a bramar (hace un gran ruido). Es un ruido interno que nace desde lo más profundo de sus entrañas porque necesita saciarse de agua. Y sabemos que el agua es fundamental para la vida. Él comienza a bramar, esto también lo debilita y le hace presa fácil de los grandes depredadores.

El ciervo no solo necesita una porción de agua para saciar su sed instantánea, sino necesita toda la fuente, o sea la corriente misma. Esta corriente, no solo alivia su sed, sino que lo libra de la muerte. 

¿Qué aprendemos de esto?

Así mismo, los seres humanos tienen una gran debilidad, una vacío en su interior que buscan llenar de muchas maneras.

Si usted no está lleno de Dios, usted estará vacío o lleno de cualquier otra cosa. La gente nunca se siente satisfecha con nada. Quieren un empleo y cuando lo tienen ya no les satisface y buscan otro. Tienen una pareja porque entendían que esa era la persona con la que serían felices, pero ahora se sienten insatisfechos y piensan que con otra persona estarían mejor. Llegan a una iglesia y dicen: "ésta era la Iglesia que necesitaba" y en un tiempo, ya están insatisfechos con ella y van en busca de otra.

No importa cuánto tengan; carros, casas, pertenencias; nunca están satisfechos...

El profeta Hageo lo expresó así: "Sembráis mucho, y recogéis poco; coméis, y no os saciáis; bebéis, y no quedáis satisfechos; os vestís, y no os calentáis; y el que trabaja a jornal recibe su jornal en saco roto." Hageo 1:6 Y 2 Pedro 2:17 nos lo revela de esta forma: "Estos son fuentes sin agua, y nubes empujadas por la tormenta; para los cuales la más densa oscuridad está reservada para siempre."

En medio del tiempo que nos ha tocado vivir y donde pareciera que se tiene de todo... Grandes edificios, orquestas, medios de comunicación, tecnología y dinero; yo, sin embargo, creo que realmente todo esto es mucho ruido... "El alma brama sedienta".

¿Tienes sed? Los pozos del mundo siempre nos dejaran sedientos.

Jesús dijo: "Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; más el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna" (Juan 4:13-14).

Este es el día de hacer como el ciervo, no nos conformemos con saciar nuestra sed instantánea. Busquemos estar cerca de la fuente cada día. Esto es lo que impedirá que seamos presa de nuestro depredador, el enemigo de nuestra alma, quien anda buscando a quien devorar (1 Pedro 5:8).