Lo Entenderás Después... Muestra

En el cuarto día de este plan quiero dejarte algunos consejos prácticos y aplicables que no son una receta mágica pero pueden ayudarnos si estamos atravesando la pérdida de un familiar:

1- No reprimir el deseo de llorar

Las personas suelen sugerirnos no llorar, pero llorar es liberador por eso no reprimir el llanto es saludable.

2-No le pongas un plazo al duelo

El duelo por una perdida no tiene plazo de finalización, no te pongas plazos ni dejes que alguien más te lo imponga. Con el tiempo verás como la herida se convierte en cicatriz.

3-Despojate de la culpa

Ante una perdida solemos sentir culpa, o nos reprochamos cosas que no hicimos, perdónate a ti mismo. Una técnica sanadora para este caso es escribirle una carta a la persona, cuéntale todo lo que te quedó por decirle, puedes expresarle tu enojo, pedirle perdón o dile cuanto lo/a amas y cuanto lo/a extrañas.

4-Lleva tu dolor a la cruz de Cristo

Habla con el Señor, El comprende tu dolor y sabe bien lo que estás atravesando pero no dudes en declararle tu situación, que salga de tus labios. No te conforme con decir “el señor sabe lo que me pasa”, Cristo está dispuesto a acompañarnos en tiempos de angustia.

Te dejo algunos versículos para aferrarte a las promesas que Dios nos expresa en su palabra:

"Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación." Mateo 5:4

"Yo sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre el polvo; Y después de deshecha esta mi piel, En mi carne he de ver a Dios; Al cual veré por mí mismo, Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mi corazón desfallece dentro de mí." Job 19:25,26 y 27

"Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron." Apocalipsis 21:4