Logo de YouVersion
Ícono Búsqueda

Información del Plan

Cartas AbiertasMuestra

Cartas Abiertas

DÍA 3 DE 5

Sembrando para bien





Una de las cosas que todos los seres humanos hacemos es sembrar. No me refiero a sembrar de forma literal, porque en ese caso yo soy la primera que tendría que salir de esa lista. No, hablo de la semilla diaria que esparcimos con nuestras palabras, conducta y actitudes. A menos que estemos encerrados en cuatro paredes durante toda nuestra vida, es inevitable que sembremos. Lamentablemente, siendo que esto es verdad, muchos siembran para mal en sus hogares, en sus vecindarios y hasta en sus trabajos.


Dios ilustra nuestra misión para este mundo de diversas maneras y así como somos cartas abiertas somos también sembradores. El fin es el mismo, dar a este mundo el mensaje de vida que Dios quiere que compartamos.


Para los que somos de Cristo, tener conciencia de esta actividad que se da en cada contexto de nuestras vidas, es vital. Sí, porque además de ser sal y luz de esta Tierra, y ser cartas abiertas, se nos ha encargado una semilla que tenemos que sembrar. Cuando el Señor Jesús dijo que el sembrador salió a sembrar se deduce que salió con la semilla que iba a sembrar. Nosotros sembramos todos los días, lo queramos o no, al hablar y al actuar, ya sea en nuestra familia o en todos aquellos con los que de alguna u otra forma entramos en contacto. Nos convertimos a Jesús y hemos salido a sembrar.


Sembramos la buena semilla del amor de Dios, de los frutos del Espíritu, de un corazón compasivo y misericordioso. En este tiempo que estamos todos viviendo, ¿cómo estamos sembrando? ¿Son nuestras vidas semilla de sosiego, de paz, de esperanza? No es fácil, no lo es. Sólo por el poder del Espíritu de Dios en nuestras vidas podemos ayudar a otros. De la misma manera, debemos tener la humildad de recibir de otros palabra que nos ayude también a nosotros a hacerle frente a este tiempo tan inusual que estamos experimentado. 


Al orar y al leer la Palabra de Dios, nos nutrimos y nuestra fe se fortalece. Nuestra dependencia del Espíritu Santo nos permite tener de Dios para dar a otros. Sea que salgas de tu casa o que estés en ella, procura sembrar con la conciencia de que tienes la mejor semilla y que tus palabras y acciones pueden generar frutos que glorifiquen a Dios y bendigan al prójimo. Sembremos con esperanza de que la cosecha será buena y que al bendecir a otros nosotros también seremos bendecidos.


“Por la mañana siembra tu semilla, y a la tarde no dejes reposar tu mano; porque no sabes cuál es lo mejor, si esto o aquello, o si lo uno y lo otro es igualmente bueno.” Ecl. 11:6







Día 2Día 4

Acerca de este Plan

Cartas Abiertas

En este plan de cinco días, reflexionaremos sobre la misión que hemos recibido de Dios para ser cartas abiertas ante el mundo. Dios ha escrito un mensaje en nosotros con el fin de que seamos leídos por los que nos rodean...

More

Nos gustaría agradecer a Grettchen Figueroa por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://facebook.com/GrettchenStage

YouVersion utiliza cookies para personalizar su experiencia. Al usar nuestro sitio web, acepta nuestro uso de cookies como se describe en nuestra Política de privacidad