Día de San ValentínMuestra

AMOR APACIBLE

“El Señor tu Dios está en medio de ti,

como poderoso guerrero que salva.

Se deleitará en ti con gozo,

te renovará con su amor,

se alegrará por ti con cantos”.

- Sofonías 3:17 NVI

Esta Escritura está llena de poderosas verdades que son aplicables hoy y en el futuro. En estos días hemos visto cómo anhela Dios derramar su amor sobre nosotros y acercarnos a su corazón. En la Escritura de hoy veremos otras verdades que también representan su corazón. Podríamos centrarnos en muchas cosas, pero quiero que miremos la frase “Él te renovará con su amor”.

Sin importar lo que hayas dicho o hecho, el perdón es la clave para avanzar en la vida. Sin embargo, para muchos, la capacidad de perdonarse a sí mismos o a otra persona es lo que limita, restringe y, en última instancia, impide el progreso. Cuando elegimos perdonar, Dios elige olvidar. Hace borrón y cuenta nueva y decide no recordar más nuestros pecados.

El Señor, el Poderoso, desea que te apacigües en su amor, pero ¿hay algo que te impide recibir ese amor? ¿Te acusa el enemigo una y otra vez de errores o pecados del pasado? La Biblia dice que si has confesado tu pecado y has pedido perdón, entonces eres perdonado. El acusador puede tratar de acusarte y recordarte tu pasado, pero tu Padre Celestial elige rodearte con un manto de su amor y no menciona tus pecados o errores pasados. Este manto de amor cubre y protege; proporciona seguridad y protección frente a las acusaciones de tu pasado. La frase “Él te renovará con su amor” también significa “Él te renovará y acallará todos tus temores”.

Permite que su afirmación de la verdad silencie todo temor. Si te detienes y prestas atención, lo escucharás “regocijarse sobre ti con cánticos”. ¡Descansa hoy sabiendo que Él te ama y realmente desea lo mejor para ti!

Ora conmigo:

Padre,

gracias porque tu amor tiene la capacidad de calmarme y tranquilizarme. Gracias porque me conoces y no retienes mi ofensa ni mi pecado contra mí. Hoy derramo mi gratitud ante ti y me siento honrado de que me llames hijo o hija.

En el nombre de Jesús, amén.

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