El diseño de Dios para el sexoMuestra

SEXO Y MATRIMONIO



El sexo es para el matrimonio, y el matrimonio para el sexo. Exclusivamente.



Eso es por que el sexo no es solo una cuestión de recreación casual. No es solo una manera agradable de expresar mutuo amor. Como se discutió en nuestra sección anterior, “Sexo y la Trinidad,” es la naturaleza de Dios expresada a través de la unión de dos personas que se convierten en una sola carne.



La mayoría de los críticos y escépticos de la castidad cristiana argumentan que la biblia tiene “nada que decir” acerca del sexo prematrimonial. El problema, dicen ellos, nada negativo es mencionado “condenando” la práctica o sugerir un “no debes.” Pero la biblia expresa su perspectiva sobre este asunto principalmente en términos positivos.



“[Jesús] respondió, ‘¿No has leído que El que los creó desde el principio los hizo hombre y mujer, y dijo: ‘Por lo tanto, un hombre dejará a su padre y a su madre y se aferrara a su esposa, y los dos serán una sola carne?’” (Mateo 19:4-5; citado de Génesis 1:27, 2:24).



El punto aquí es obvio: el matrimonio y la “unión de una sola carne” de Génesis 2 – el cual es sellado por el acto sexual – sin uno y el mismo. No puedes tener el uno sin el otro.



Esto encaja perfectamente con la advertencia del apóstol Pablo en 1 Corintios 6:16: “¿O no sabes que el que se une a una prostituta se convierte en un cuerpo con ella? Porque, como está escrito, ‘Los dos se convertirán en una sola carne.’” el mismo concepto subyace a la posición inflexible de Jesús sobre el divorcio: “Lo que, por lo tanto Dios ha unido, no separe el hombre” (Mateo 19:6)



También está implícito en las advertencias contra el adulterio (Éxodo 20:14). En el punto de vista bíblico, el adulterio incluye cualquier actividad sexual fuera de los lazos de matrimonio comprometido. Por eso el escritor de Hebreos nos dice “Que el matrimonio se celebre en honor a todos, y que la cama matrimonial no se contamine, porque Dios juzgará a los inmorales y adúlteros.” (Hebreos 13:4)



Es vital agregar que Dios quiere que reservemos el sexo para el matrimonio no por que es “malo” o “sucio,” pero precisamente por que es algo único, exclusivo, y maravilloso. El Sexo es un misterio santo. Es un poderoso agente de unión que forma y afecta la relación entre un hombre y una mujer como nada más puede.



Tener relaciones sexuales fuera del matrimonio es como tomar el vino sagrado para la Sagrada Comunión y usarlo para una fiesta en una casa de fraternidad. Es por eso que los escritores de las Escrituras a menudo comparan la idolatría con el pecado de fornicación y adulterio.



Esto también explica porque ellos usan la pureza sexual y fidelidad entre cónyuges como una imagen de nuestra relación con Dios. (como, ejemplo, en cantar de los cantares, el libro de Oseas, y el capítulo 16 de ezequiel)



Parafraseando la vieja canción, el sexo y el matrimonio van juntos “como un caballo y el carruaje." Y la razón de esto debería ser clara no solo desde una perspectiva espiritual, sino también desde un punto de vista social. El matrimonio envuelve un compromiso público para construir una fuerte y duradera relación.



Se supone que esta relación nos solo sirve como base para la crianza de los hijos, sino también como un bloque de construcción de la estabilidad social. Es la contribución de la pareja al bienestar de la comunidad humana en general. Es por eso que el sexo, que conlleva el potencial de crear una nueva vida, pertenece única y estrictamente al vínculo conyugal.



Para más ayuda, visite Intimidad Pura o el sitio web de Enfoque a la Familia. También puedes llamar al departamento de consejería para consultas gratis al 855-771-HELP (4357).