Vivir renovado: Como madre solteraMuestra

Buscada

La vida como mamá soltera genera con frecuencia una paradoja interesante, pues podemos estar rodeadas de personas y, al mismo tiempo, tener una gran sensación de soledad. Es difícil sentir que estás en la periferia—no encajas con los solteros, pero tampoco con otras mamás. En mis años como mamá soltera, luchaba con frecuencia con sentirme aislada e incomprendida, queriendo desesperadamente que alguien me entendiera. 

Es reconfortante saber que Jesús también conoció la soledad y el ser incomprendido. Jesús se acercó a aquellos en la periferia, siempre buscando llevar restauración y plenitud. Jesús deja las 99 para buscar a la perdida. Él personalmente nos busca.

Tal vez la idea de ser buscada parece extraña. Tal vez no tengas idea de cómo es. Esa era yo. Nunca tuve a ningún hombre que me buscara sin querer algo de mí. Así que, tratar de entender que Dios nos busca para desarrollar una relación con nosotros, sin querer nada de nosotros, fue difícil. Dios nos creó para Él y a Su imagen. De hecho, ¡fuimos creados para buscarlo a Él también! Él quiere que lo conozcas tanto como te conoce a ti.

¿Cómo sabes de que manera Dios te busca? Te darás cuenta al sentir Su presencia. Su paz. De ese modo tendrás una pista de Su manera única de buscarte.

Me doy cuenta de que me busca en esos momentos en que leo Su palabra y un pasaje parece estar resaltado y que me habla directamente a mí. También me siento increíblemente cercana a Él en la naturaleza. Amo los árboles y puedo sentir Su amor en los bellos días de otoño cuando el cielo está azul y las hojas con un color semejante al fuego. Tal vez, para ti es cuando le adoras a través de la música, cuando estás ayudando a alguien, a través de una palabra oportuna de una amiga cristiana de confianza, o cuando ves Su respuesta a tus oraciones. Así como eres única, así son las formas en que Él te habla y busca.

Señor, ayúdame a reconocer cómo, durante mi vida, me has estado buscando a mí y a mi corazón. Gracias por querer una relación conmigo. Continúa desarrollando el que yo Te siga. Sana los lugares en mi corazón heridos por promesas rotas, soledad y miedo. ¡Abro mi corazón a Ti! Amén.