Espíritu Inquebrantable Muestra

Cuando era niña, escuché una infinidad de ocasiones la historia de Noé. Canté una canción en escuela bíblica que decía: 

“Noé, una arca construyó, porque Dios se lo mandó, la gente del mundo se burló, pero a Noé no le importó”. 

Wooow, quiero que nos hagamos un llamado a la perseverancia con el ejemplo de este hombre. Si nos transportamos a la época, Noé recibe instrucciones de hacer un arca  para protegerse del diluvio, algo que jamás había ocurrido y que no era comprendido por el hombre.

¿Cuánto tiempo pasó desde que el Señor anunció el diluvio? ¡120 años!

Creer en el Señor y obedecer una instrucción es una parte. ¿Pero perseverar en la instrucción esperando diligentemente ¡120 años!? Es, sin duda, un ejemplo de perseverancia a la que Dios nos está llamando.

No dudemos, no nos acomodemos, solo avancemos a la meta que es Cristo.

Mi corazón siente que debemos recordar que la vida cristiana es un camino de aprendizaje y madurez. Es menguar para que Él crezca en nosotros, y uno de los ingredientes necesarios para ese proceso es el tiempo. Nos caracterizamos por querer todo para ¡YA!. En cambio, en la naturaleza divina de Dios, Él tiene una visión más amplia. Con los 120 años, no solo estaba preparando a Noé, sino dando oportunidad a los demás para volverse a Él.

No sé si Noé mientras se preparaba y vio la grama seca o a la gente tratarlo como un loco, se entristeció, pero sé que cuando llegó el momento perfecto de Dios, Noé estaba preparado.

Y sin duda su espíritu fue Inquebrantable, porque aprendió a alegrarse con el solo hecho de que hay esperanza, perseverar aun cuando el panorama se veía difícil y comunicarse en línea directa con el Señor constante e ilimitadamente para recibir dirección o simplemente para descansar en Su paz.