Lucha Y Triunfo: Lo Que Dios Dice Que TengoMuestra

Tengo la mente de Cristo

"Porque ¿Quién conoció la mente del Señor para instruirlo? Pero nosotros tenemos la mente de Cristo." 1 Corintios 2:16

Imagínese tratando de aprender a nadar solo leyendo las instrucciones. Por supuesto, eso sería ridículo, porque la natación solo se puede aprender saltando y sumergiéndose en el agua. Esto es como tratar de conocer a Dios sin tener la mente de Cristo.

"Cuando nuestro espíritu estaba muerto sin Cristo, los pensamientos de Dios, que Él comunicó a través de Jesús y a través de Su Palabra, la Biblia, no tenían sentido para nosotros. En 1 Corintios 2:11 leemos: “Porque ¿quién conoce los pensamientos de una persona sino su propio espíritu dentro de ella? De la misma manera, nadie conoce los pensamientos de Dios sino el Espíritu de Dios.”"

Cuando una persona se aleja del pecado y se vuelve a Jesús en arrepentimiento, Dios le da a esa persona Su Espíritu. El Espíritu de Dios dentro de nosotros abre nuestra mente a las cosas de Dios. A menos que tengamos el Espíritu de Dios y Su mente, no podemos entender cómo perdonar a las personas que nos lastiman, cómo confiar en Dios cuando no podemos verlo, o cómo Él puede hacernos nuevas creaciones en Cristo.

En 1 Corintios 2:10 leemos que “estas son las cosas que Dios nos ha revelado por su Espíritu. El Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.” Las verdades espirituales solo pueden entenderse a través del Espíritu de Dios que Él nos ofrece gratuitamente en Jesús.

Ningún ser humano puede entender todo acerca de Dios porque somos seres finitos y Él es infinito, pero podemos conocer a Dios progresivamente a medida que leemos Sus pensamientos y conocemos Sus caminos en la Biblia, y obedecemos lo que Él nos dice. Con el Espíritu y la mente de Cristo podemos ver a Dios, a otras personas y a nosotros mismos desde Su perspectiva.

Cuando un antiguo rey hebreo estaba a punto de ser atacado por los ejércitos de otras tres naciones, oró: "No sabemos qué hacer, pero nuestros ojos están puestos en ti". Cuando no sabemos cómo manejar una situación en la que nos encontramos, podemos pedirle sabiduría a Dios y Él responderá porque nos ha dado Su mente y Su Espíritu.

A medida que crecemos en nuestra fe, Dios nos hace más como Jesús y nos mueve hacia la perfección. Aunque nunca alcanzaremos la perfección aquí en la tierra, llegaremos perfeccionados al cielo. Cuando estemos ante Dios, Él nos verá perfectos porque confiamos en el sacrificio perfecto de Jesús para quitar nuestros pecados.

Tito 3: 5 dice: “Nos salvó, no por nuestras obras de justicia, sino por su misericordia. Él nos salvó a través del lavamiento del renacimiento y la renovación por el Espíritu Santo.”

Aplicación: Pídale a Dios que renueve su mente ahora mismo de una lucha o pensamientos negativos con los que ha estado lidiando en su vida.