Encontrando alegría en las habitaciones del corazón de una madreMuestra

El armario de la oración

El armario de la oración de tu corazón es un lugar tranquilo, pero es una habitación de poder inigualable y de propósito inquebrantable. Tus mayores batallas como madre se librarán y se ganarán en ese lugar. Si te niegas a pasar tiempo allí, siempre estarás frustrada, siempre estarás impaciente, y siempre estarás negando a tus hijos el mayor regalo que puedes darles. Cuando oras diligente y fielmente por tus hijos, tus oraciones se convierten en el canal a través del cual el poder de Dios y Su bendición llegan a la vida de tus hijos.

Un niño cuya madre ora ha heredado una dotación mayor a la que ofrece una educación de la Ivy League, a la que asegura un negocio familiar exitoso o a la que proporciona una herencia millonaria. Tus oraciones perdurarán más allá de tu vida y seguirán a tus hijos durante décadas. En el corazón de una madre, el llamado a la oración debe ser más fuerte y convincente que el llamado a ir de compras, socializar o hacer ejercicio. Debes priorizar la oración... simplemente debes hacerlo. Debes pasar horas en este rincón restaurador y persuasivo de tu corazón; en este lugar, conquistarás un territorio poderoso para el reino de Dios a través de la vida de tus hijos.

El mayor recurso que se te ha otorgado para la crianza de tus hijos es la oración. Cuando oras, te aseguras de que tu hijo está en el corazón y las manos de Aquel que lo creó antes de la fundación del mundo. Cuando oras, puedes estar segura de que Aquel que está más interesado está trabajando entre bastidores para realizar un milagro.

Cuando vengas con valentía a la presencia del Padre, Él estará allí para ayudarte y escuchar tus preocupaciones como madre. Cuéntale sin miedo cuáles son tus necesidades y las de tus hijos. ¡Él quiere saberlo! Él anhela escuchar tu corazón y acompañarte en la intimidante tarea de la maternidad.

¡Este es un propósito glorioso y eterno! Como creyente y como madre, tu tarea es pedir al Padre. Él se ha comprometido en Su Palabra a darte lo que tú y tu hijo/a necesiten de acuerdo a Su perfecta voluntad.

¿Orarás?