Fíate de Johová de todo tu corazónMuestra

Caminando correctamente con Dios a través de una vida humilde y reverente 

a. Fiarse en Dios implica no ser sabio en su propia opinión. No seas sabio en tu propia opinión; teme a Jehová, y apártate del mal; porque será medicina a tu cuerpo, y refrigerio para tus huesos. Proverbios 3:7-8

No seas sabio en tu propia opinión: podemos considerar esto como una explicación de lo que significa apoyarse en nuestro propio entendimiento (Proverbios 3:5). Es cuando consideramos nuestra sabiduría mejor y más grande que la de Dios. “No te envanezcas con vana presunción de tu propia sabiduría, como si eso fuera suficiente para la manejar todos tus asuntos sin la dirección o asistencia de Dios, o sin el consejo de los demás” (Poole).

b. Fiarse en Dios es aprender a temerle. Teme a Jehová y apártate del mal es el resultado natural de confiar en Dios. Mientras confiamos en Él, llegamos a conocerlo mejor, lo que nos lleva a la reverencia natural y al temor reverencial (temer al Señor). Al confiar en Él, somos atraídos más a Dios y más lejos del mal.

Al temer a Dios nuestra vida se llenará de sabiduría (Job 28:28).  Si hay temor de Dios en nuestro corazón, entonces, aborreceremos la mentira, el engaño, la infidelidad, la deshonestidad, etc. El temor de Dios se traduce en la vida del creyente en un aborrecer y apartarse del pecado y del mal, manteniéndonos alejados de sus dolorosas consecuencias. A su vez el temor de Dios, nos habilitará para confiar en Él. 

Una vida de entrega y confianza en Dios tiene beneficios reales para la salud del que confía: Porque será medicina a tu cuerpo, de modo que la persona que confía en Dios tendrá una mayor sensación de paz y fortaleza que la que uno tendría aparte de una vida de confianza y entrega a Dios.