Entonces, ¿cómo debemos orar?Muestra

"Porque Tuyo es el reino, el poder y la gloria por todos los siglos, amén".

Piensa por un momento que implica que el reino, el poder y la gloria pertenecen al Señor. Viendo nuestro sufrimiento, el sufrimiento a nuestro alrededor, nuestras faltas, necesidades y las necesidades de los otros, cuán reconfortante es saber que Dios está por encima de todo y vencerá en el final al mal.

Saber que el Señor reina sobre todo puede no parecer una respuesta inmediata a lo que enfrentamos, pero cuando reflexionamos sobre lo que esto realmente significa, da una esperanza inamovible que nos ayuda a perseverar. Nunca se nos prometió una vida fácil; por el contrario, se nos prometió que tendremos problemas y dificultades, pero pertenecemos a Quién triunfará en el final.

Hoy, en medio de esas dificultades, podemos clamar a Él, entregándole nuestras cargas, sabiendo que Él es más fuerte que todo lo que enfrentamos. ¡Qué noticia maravillosa! No importa lo que enfrente, el Señor es conmigo y lo suficientemente fuerte para remover el desafío o sacarme adelante. Regocijémonos en esto y alabemos a Dios que toda la gloria y el poder son Suyos para siempre.

¿Qué revelan los pasajes de hoy sobre Dios?¿Cómo puedes encontrar aliento en estas oraciones de alabanza?