¿Quién Te Lidera?Muestra

La Biblia nos lleva a través de un viaje increíble de cómo Dios ha guiado a hombres y mujeres a lo largo de la historia. 

El rey David (cientos de años antes de la llegada de Jesús) es un ejemplo de un pastor ordinario que se convirtió en un rey valiente, pastoreado por Dios mismo. El Espíritu Santo era evidente y se movía en la vida de David. En momentos de batalla y en momentos de soledad, David demostró confianza en Dios. Obtuvo fuerza y ​​consuelo de Dios. 

Si sientes una falta de dirección o liderazgo personal, solo o abatido, debes saber que Dios está contigo y que el Espíritu Santo está cerca para cuidar de ti. Cuando nos enfrentemos a los desafíos de la vida, podemos apoyarnos en Él y comprometernos a conocerlo íntimamente, partiendo de la inmensidad de su naturaleza. 

En el matrimonio, las parejas saben que pueden tener una relación y no tener intimidad con su cónyuge. La intimidad requiere inversión continua de tiempo, conversación, habilidades para escuchar y participación cara a cara. La intimidad no es exclusiva de la acción externa, sino que mira hacia adentro y llega a conocer la inmensidad y la posibilidad que hay dentro de otra persona. Cada uno de nosotros tiene la oportunidad de conocer íntimamente a la persona del Espíritu Santo. Tenemos la oportunidad de morar en Él, mientras lo deseamos cada vez más. Recibimos la bendición de Su compañía y comunión, dándole toda nuestra atención. Conocer al Espíritu Santo produce frutos incomparables.  

PREGUNTAS 

 Si tuvieras que considerar quién o qué te dirige, ¿Cuál sería tu respuesta?  

¿Cómo describirías tu relación con el Espíritu Santo?  

¿Qué cambios prácticos imaginas hacer en esta relación?