Soñar Sí CuestaMuestra

Día 2

Soñar para ti

Todas las personas anhelamos alcanzar metas personales, ya sea en el área profesional, ministerial o relacional. En ocasiones, vemos esos sueños como algo difícil de convertir en realidad. Es fácil quedarnos solo soñando e imaginando cómo sería lograrlo. Sin embargo, cada anhelo o sueño que tengas en tu corazón tiene la posibilidad de ser realidad si comienzas a accionar. 

Se trata de dar pequeños pasos. ¿Cómo? Tomando decisiones. Tú tienes el poder de decidir y comenzar a caminar en pos de eso que has soñado. No debes ver la toma de decisiones como algo difícil, solo es un lapso de tiempo, el cual puede estar lleno de tensión, pero que se acabará al tomar una decisión. ¿Corres el riesgo de equivocarte? Sí, pero en la vida siempre tenemos que elegir para poder avanzar. Cada decisión te llevará un paso más allá para lograr tu sueño.

Así que, luego de que pases ese momento crucial de la toma de decisiones, habrás comenzado a vivir tu sueño. Porque tu sueño está al otro lado del miedo. ¡Vamos! vence el miedo. Es hermoso soñar para ti. No caigas en el error de creer que soñar para ti es un acto egoísta. ¡No! Tienes que luchar para alcanzar aquello que tanto anhelas. Si alcanzas tus sueños, te sentirás satisfecho, realizado, feliz y motivado a seguir soñando. Si tú estás feliz, contagiarás de esa felicidad a quienes te rodean. ¿Sabes qué pasará luego? Todos comenzaran también a soñar y una familia que sueña y alcanza es poderosa.

Si sientes que no tienes un sueño, pide a Dios que te dé uno. 

Oración

Dios, Padre bueno y Santo.

Tú eres el dador de sueños. Vengo a ti para que despiertes en mí el deseo de soñar para alcanzar el propósito que tienes para mi vida. Hazme ver, reconocer y poner en acción mis dones y talentos. Susurra un sueño a mi oído, permite que pueda escucharte.

Quiero vivir para ti, quiero cumplir mis sueños guiada por ti.

En el nombre de Jesús, amén.