Viviendo una Vida Que Honra a DiosMuestra

Embajadores de Dios

Los cristianos son especiales. Pedro los llama "un sacerdocio real, una nación santa". ¡Eso suena genial! Pero no es una razón para jactarse. No está basado en méritos propios. Al contrario, el apóstol Pablo lo dice claramente que la mayoría de los cristianos no son sabios de acuerdo a las palabras normales, ni poderosos, ni de nacimiento noble. Pero Dios escogió a los tontos del mundo para avergonzar a los sabios, y eligió a los débiles para avergonzar a los fuertes.

Nuestra identidad como sacerdotes reales está basada puramente en nuestro ser "una raza escogida", en nuestro ser elegidos por Dios. Él nos llamó de la oscuridad a Su luz maravillosa, y es por eso que nuestra luz brilla ante otros.

Nuestra salvación no se basa en nuestros propios méritos. Y eso es una buena noticia, ya que significa que nadie puede recibir el perdón. Ese es el Evangelio que debemos predicar. No debemos "jactarnos" de ser especiales y santos, sino de que nuestro Dios es grande, santo y lleno de gracia.