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Día 3: La oración nos libra del mal 

Durante la pandemia todos los días he orado y meditado el Padre Nuestro, y honestamente creo en el poder que tiene decirle a Dios todos los días “no me metas en tentación y líbrame del mal”. No sé si es un asunto espiritual o de enfoque, pero lo que puedo decirte es que ha tenido un efecto muy poderoso el orar el Padre Nuestro conscientemente. 

No es que Dios requiera de nuestra oración para intervenir, pero la oración me hace mentalmente fuerte para superar el mal y enfocarme para que mi espíritu y alma estén fuertes. 

El propósito de la oración no es manipular a Dios, Él es soberano, sino que la oración es para formarnos y prepararnos. 

La oración es poner la mirada en las cosas de arriba, que todo lo que somos esté con el enfoque en las cosas del Cielo. La oración nos ayuda a alinearnos y a enfocarnos.

La oración nos ayuda a someter nuestra voluntad a lo que Dios quiere, pedir que Su voluntad se haga. Para librarnos del mal oremos conforme el deseo de Dios no conforme nuestros deseos.

Antes decía que oráramos a cualquier hora, y sigo creyendo que la oración siempre es buena, sin embargo, sí creo que debemos tratar de que sea lo más temprano y lo primero en tu día. 

Yo nunca había sido una persona de la mañana, yo era más nocturno. Tenía 25 años peleando conmigo mismo para despertarme temprano, es la primera vez en 25 años que mi oración rutinaria sucede en la mañana y me he sentido más fuerte mental y espiritualmente.

Siempre he predicado en dar lo primero y lo mejor a Dios, entonces decidí darle lo primero y mejor de mi día: la mañana. Busca primero el reino de Dios, incluyendo en tu día a día, que lo primero de tu día sea buscar a Dios a través de la oración. Sin embargo, si no lo logras a la primera, no te condenes.

¿Si nunca fallas en comer, por qué fallar en la oración? La oración diaria y constante nos librará de todo mal.

Oración: Dios, ayúdame a ser constante en mi oración para que mi espíritu y mente estén fuertes y con el enfoque correcto. No me dejes caer en tentación y líbrame de todo mal, amén.