Fe que trasciende sentimientos.

Algunos años más adelante, la promesa de Dios en la vida de Abraham se había cumplido. Isaac había nacido y estaba entre sus brazos dándole al Patriarca quizás sus días más felices.

Un día Dios le pidió que sacrificara a su hijo. La Biblia nos enseña que Dios puso a prueba la fe de Abraham al pedirle su posesión más preciada, su hijo. No podría imaginarme el dolor que estaba sintiendo con esa petición.

Aún no he tenido la bendición de ser papá pero estoy seguro que no estaría dispuesto a perder a mi hijo y más si nos costó tanto poder tenerlo con nosotros. 

Recuerdo cuando recibí mi llamado misionero. Durante muchas semanas me negué a la idea de dedicar mi vida entera a servir a Dios como misionero. “No puedo abandonar mi sueño de tener una empresa” decía mientras oraba. Sin embargo, Dios en su inmenso amor acomodó todo en mi vida de tal manera que no había otro camino más que aceptar su llamado, así que comencé a orar por ello. Rendí mi voluntad a Dios y ahora me preparo para cuando decida que ya es tiempo de salir al campo.

La fe que trasciende sentimientos es que aquella que nos lleva a obedecer a Dios a pesar de lo que podamos sentir. A pesar del miedo o la angustia Dios espera que nuestra fe sea más grande. Ya sea renunciando a un hijo o diciendo adiós a un sueño, nuestra fe debe ir más allá.

Más adelante podemos ver al padre de la fe caminar confiando en Dios, sabiendo que de alguna manera que él no conocía Dios iba a responder e iba a evitar la muerte de su hijo. <Dios proveerá el cordero> le decía a Isaac mientras caminaban a la cima de la montaña. 

¿De qué manera está probando tu fe Dios hoy?