La Clave De OroMuestra

DÍA 1: ¿TIENES LA LLAVE O LA PUERTA?

Usualmente hay días en los cuales nos sentimos afligidos o abandonados por Dios, pero en esos días es donde más cerca está de nosotros. Dicha incertidumbre puede distorsionar y alejarnos del propósito o camino de bendición que Nuestro Padre demanda para nuestras vidas. Si José hubiera sido un hombre con este pensamiento de duda hacia Dios, seguramente hoy no lo conoceríamos como uno de los grandes referentes bíblicos. En las escrituras podemos ver como José sufrió con sus hermanos, en la cárcel, cuando lo vendieron, con las críticas, aquellos que no lo apoyaban, la tentación, etc. José tuvo muchísimos problemas, pero en medio de todo uso la llave de oro: El agradecimiento. En ningún momento José se quejó con Dios por todo lo que le pasaba, de alguna u otra manera entendía que a veces Dios se queda en silencio, pero nunca para de trabajar.

Hoy deseamos que te cuestiones lo siguiente: ¿Tienes la llave o tienes la puerta? La llave hace referencia al agradecimiento, es decir, esa actitud de agradecer a Dios en la luz, pero también en las tinieblas (Si solo das gracias a Dios cuando te suceden cosas buenas, entonces no eres agradecido). Y la puerta son los logros, la victoria, el dinero, las comodidades.

Para hacerlo un poco más entendible existen personas que no tienen lo que desean y aún así son agradecidas, como existen personas que han logrado lo que quieren pero no tienen la actitud del agradecimiento ¿Tu cuál eres?

De acuerdo al ejemplo anterior es necesario aclarar que Dios está con ambas personas, no significa que si no eres agradecido Dios se va a olvidar de tí, pero aquellos que entienden lo que entendió José podrán ver y gozar de la gloria de Dios. ¿Por qué? Porque confiaron aún cuando no existían caminos, aún cuando no veían la mano de Dios obrando, aún cuando humanamente era imposible. Si decides confiar en Dios y ser agradecido con Él ¡Felicitaciones! Encontraste la llave.

Agradecer a Dios antes de recibir lo que pedimos, es como pagar por tu almuerzo antes de que te lo sirvan. Pero en este caso no solo agradecemos por algo en específico, porque Dios no es un hada madrina, Dios es el creador de todo lo que existe, y analizándolo desde esa perspectiva, imagina todas las cosas por las que deberíamos agradecer: Dios mismo, Jesús, nuestra vida, nuestra mascota, el cielo, la luna, el mar, la cena, el pasto, la música, y así podríamos hacer una lista infinita.

Es válido que te cuestiones y le preguntes a Dios ¿Por qué no te veo obrando?. Dios no se va a enojar contigo por eso. Pero recuerda: El maestro está en silencio durante el exámen. Así que agradece a Dios, porque aunque no lo parezca, sigue obrando en tu vida.

Tu bendición de hoy:

En tu cita con Dios, pregúntale qué es aquello en lo que ha venido trabajando silenciosamente en tu vida. ¡Y agradece por eso!