No Más Vergüenza Muestra

Semana 1 - Día 1

Adán y Eva y la Vergüenza del pecado

Lectura: Génesis 3:1-7, 11; Juan 10:10

DEVOCIONAL:  Génesis 3:11; Juan 10:10

¿Alguna vez te preguntaste cuánto tiempo habían vivido Adán y Eva en el jardín antes de su colosal caída? ¿Fueron unas pocas semanas, unos cuantos meses o muchos años? Muchas de nosotras pensamos que podríamos haberlo hecho mejor. ¿Cuán difícil puede ser mantenerse lejos de un árbol? Pero la tentación es una fuerte atracción en el corazón que nos hace creer que sabemos más que Dios.

La vergüenza del pecado entró al mundo en un abrir y cerrar de ojos. Debido al pecado, todo se desvirtuó. La forma en que interactuamos con Dios y los demás, la manera en que nos vemos a nosotras mismas, nuestra cosmovisión, nuestra ética de trabajo, nuestras elecciones de palabras, nuestra vida de pensamiento. Todo ha sido afectado por el pecado. 

Con el pecado llega la vergüenza. Un sentimiento que nos hace sentir mal con nosotras mismas. Nos hace querer cubrir nuestras faltas, lo que a menudo nos envuelve en más pecado. La peor parte es que la vergüenza del pecado con frecuencia nos aleja de Dios. No oramos tanto, no leemos Su Palabra como debiéramos, no nos arrepentimos, y tal vez, incluso ignoramos reunirnos con otros creyentes. La vergüenza es poderosa. Hay días en los que podemos sentir que nunca escaparemos de sus garras. Cuando sientas el peso aplastante de la vergüenza, recuerda: Dios es más fuerte. Él ha preparado un camino de regreso a través de Jesús y está listo para darte la bienvenida a casa.  

Oración

Señor, no entiendo completamente cuán terrible es el pecado. Lucho con la dualidad de amar mis pecados y sentir vergüenza por ellos. ¡Ayúdame, Señor! Muéstrame que Tus caminos son mejores, que Tu amor es incondicional y que Tu poder puede cambiar las partes más oscuras de mi corazón. Amén.