NITRO Muestra

Cuando era copiloto de mi hermano, recuerdo la música a todo volumen y el cabello a la velocidad del viento, en esos días hubiera querido, la seguridad que estaría sana y salva y el botón para aplicar nitro.

La unión del Óxido Nitroso con el combustible, provocan que se multipliquen la fuerza de los automóviles en Rápido y Furioso, por ejemplo.

En nuestra carrera de la vida, yo veo la fe como el nitro. Lo que nos da la fuerza incluso cuando no entendemos ¿Qué? ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Dónde? ¿Por qué? y ¿Para qué?

Mientras escribía este devocional, Él Espíritu Santo me mostro tres piezas importantes para desarrollar esa fe que Dios espera en nosotros:

                           Escucharlo + Obedecerlo + Estar tranquilos = Fe 

Escucharlo: Todo tenemos dos oídos y una boca, para escuchar más y hablar menos. Si aplicamos este principio, deberíamos buscar escuchar más la voz de Cristo antes de hablar. 

Obedecerlo. Dios quiere nuestra obediencia más que nuestro sacrificio, aunque en el camino desafié nuestra lógica debemos obedecer

Estar tranquilos en medio de cualquier suceso durante la carrera, Él Señor le dijo a Josué: «¡He entregado en tus manos a Jericó, y a su rey con sus guerreros!

Mucha atención, el Señor habla en presente Él ya lo hizo, aunque nosotros no lo veamos.

En esta historia Dios da indicaciones claras a Josué el líder del pueblo: “escucha, coordina y todos obedecen” La historia se pone mejor, cuando leemos que la estrategia de Dios consiste en que todos marchen alrededor de una muralla durante siete días (desafiando nuestra lógica) y el pueblo marchó en silencio. 

En lo particular el silencio me moldea, hace que piense antes de hablar y en el proceso Dios que ve la carrera completa, me seca las lagrimas y en lugar de respuestas me da con un abrazo la seguridad que necesito para seguir marchando.

Creer, es hacer la parte que nos corresponde.