Frente al espejoMuestra

Día 1

¿Qué ves? 

¿Te gusta mirarte al espejo? Cuando miras tu reflejo en el espejo, ¿qué ves? Muchas mujeres aman mirarse al espejo solo cuando están bien arregladas. Es una realidad que muy pocas mujeres no están conformes con su físico. Detestan ver su figura en el espejo sin ropa, maquillaje o accesorios que lo disfrace. A mí también me pasa,  cuando sé que tengo algunas libras de más o veo alguna línea de expresión más marcada que antes. 

Sucede que si nos detenemos a mirarnos en el espejo comenzamos a buscar lo que quisiéramos cambiar y no nos admiramos, mucho menos agradecemos lo que somos y tenemos. 

Todas luchamos con la comparación. Compararnos nos lleva a menospreciar quienes somos. Para muchas mujeres es difícil aceptarse. Y esto es un problema, porque si no son capaces de aceptarse a sí mismas es imposible que acepten a las demás. Caemos en el error de juzgarnos mutuamente por los estereotipos de belleza impuestos por la sociedad. 

Creo que todas somos bellas de diferente manera y podemos lucir aún más hermosas si cuidamos nuestro interior, si alimentamos nuestro espíritu con el alimento correcto: la Palabra de Dios. Párate frente al espejo y admira lo que eres, y aunque siempre hay espacio para mejorar no te enfoques en lo negativo. Mírate al espejo y da gracias, cada parte de tu cuerpo cumple con una función y si tienes salud eso es una gran razón para celebrar.

Si nadie te lo ha dicho, yo te lo diré: ¡Eres hermosa!

Mira al espejo y ama lo que ves.

Mira y agradece lo que tienes.

Mira y busca mejorar, pero no para alcanzar ningún estándar de belleza, sino porque necesitas amarte y cuidarte para honrar a quien te creó.