Las Lecciones Finales: Un Plan de Semana SantaMuestra

"Servir y Amar"

Soy un poquito maniática del orden y teniendo tres niñas pequeñas de cinco la mayor y las otras más pequeñas, me han sacado totalmente del juego. Yo simplemente no puedo mantener el ritmo con todo y esto me vuelve loca la mayoría del tiempo. El otro día compré un letrero que dice, " Disculpe el desorden. Mis hijas están haciendo recuerdos." Lo colgué y pasé por él 100 veces al día, mientras pasaba por un grupo de legos, ropa, tutús, platos sucios, toallas limpias listas para doblar hace días y me susurré a mi misma: "Haciendo Recuerdos, Becky. Haciendo recuerdos."

Yo puedo distraerme tanto ordenando que olvido amar.

La lectura de hoy nos lleva a otra parte con aquellos con quienes Jesús invirtió una cantidad significativa de días, aquellos de quienes leemos que Él amó y consideró Suyos.

Lea Juan 13:1-17 y observe la disposición de Jesús hacia los discípulos.

Jesús, el Hijo de Dios y Redentor de toda la humanidad, se humilló a sí mismo, y lavó 12 pares de olorosos pies. Sin embargo, no creo que Él se diera cuenta de la suciedad o del olor. Él sabía que eran Sus últimas horas con aquellos que Él amó y Él necesitaba que esta lección quedara en sus vidas—las palabras por sí solas no serían suficientes en este momento. Así que se Él se arrodilló y limpió el desastre.

Vuelva a leer Juan 13:15-17.

¿Quienes son las personas a quienes usted sirve ( o debería servir)? ¿Compañeros de trabajo o empleados? ¿Niños? ¿Compañeros de cuarto o su cónyuge? ¿Amigos? ¿Vecinos?

¿Cuál sería una forma en la que usted podría, en sentido figurado, lavar sus pies esta semana? O tal vez usted necesita literalmente lavar los pies de alguien, ¿Quién podría ser?

Ahora lea Juan 13:34-35.

Sirviendose unos a otros es como nos amamos unos a otros. De hecho, Jesús dice que esa es la forma como los demás sabrán que somos cristianos. ¿Los demás saben que usted es cristiano, un seguidor de Jesús?

La forma como veo que muchos representan el cristianismo en las redes sociales es verdaderamente desgarrador. Hemos perdido nuestra misión de servir y amar. Nos interesa más tratar de transformar a la imagen de cristo a aquellos que nos dicen no seguir a Cristo. Cuando, en lugar de esto, somos llamados a servir y a amar, no a forzar a otros a ajustarse.

¿Cómo podría un enfoque de servir y amar, en lugar de juzgar, cambiar la forma en que otros podrían experimentar a Cristo? ¡Qué liberador es el saber que Él no depende de nosotros para cambiar el mundo o salvarlo! Todo lo que estamos llamados a hacer es humillarnos eligiendo servir y amar a los demás