Biblia para todosMuestra

Cuando hemos probado y visto que el Señor es bueno, somos bendecidos para refugiarnos en Él (Sal. 34:8). Degustar y ver es probar y experimentar. Nuestra experiencia en nuestra relación con Dios nos permite ver Sus bendiciones generosas en nuestras vidas. Al tener la Palabra de Dios a nuestro lado y en nosotros, nos transforma a Su imagen (2 Cor 3, 18). Conocer los beneficios y tener el consuelo de la Palabra de Dios al alcance de la mano también debe entristecernos al saber que muchos hermanos y hermanas alrededor del mundo carecen de acceso a Sus mensajes que transforman su vida. Imaginen creer y confiar en Él como Señor y Salvador, pero entender tan poco acerca del carácter de su maestro, amor y sacrificio. Millones de creyentes despiertan cada día sin la Palabra de Dios. Ninguna aplicación en el teléfono con recursos al alcance de la mano y mucho menos la Palabra de Dios en su propio idioma nativo.

Cuando tenemos los recursos para leer, escuchar y aprender acerca de Jesús a través de Su Palabra, también tenemos la responsabilidad de ayudar a nuestros hermanos y hermanas profesantes de todo el mundo a experimentar la misma alegría que viene de una relación más profunda con Dios.

La oración es siempre nuestra mayor arma en cualquier situación: miedo, pobreza, peligro o incertidumbre.(Phil. 4:6) Pablo escribe en Efesios "Ruego también que entiendan la grandeza increíble del poder de Dios para nosotros que creemos en Él" (Ef. 1:19) Al ser fervientes en la oración por nuestros hermanos y hermanas alrededor del mundo podemos ayudar en las áreas de traducción y distribución de la Biblia. Cuando el cuerpo de Cristo ora, lleva a la acción y cuando los cristianos actúan en obediencia a la voluntad de Dios, las vidas se transformarán para Su gloria.