Restauración: Plan bíblico de lujoMuestra

Día 7: Ahogado

“Estoy esperando

Porque es lo único que me mantiene sobrio

Siento que lo estoy perdiendo

Y lo que hago aquí

Necesito que pagues mi fianza

Necesito que me atraigas”

Nuestro Dios es el mismo ayer, hoy y siempre. Él es nuestra constante. Nuestra roca. Lo bello de las pruebas es que, en medio del sufrimiento nuestros fundamentos son probados y vemos lo que queda en pie. En los Salmos, vemos la vulnerabilidad de David, un rey, quien a pesar de sus victorias y poderosa confianza, tuvo que afrontar pruebas y derrotas. Él sabía lo que es no tener control sobre sus circunstancias y verse rodeado por sus enemigos. Pero también sabía exactamente ante quién acudir como su fuente de esperanza, su roca fuerte y firme fundamento. Que nosotros tampoco olvidemos que nuestro Rey Jesús también supo lo que es caminar en medio de un mundo caído, enfrentar tentaciones y necesitar una fianza. Pero Él derrotó a la muerte por nosotros. Él pagó nuestra fianza. 

Este año ha llegado abundando en desafíos. Todos hemos sentido a nuestra manera que nos estábamos ahogando. Pero como ciudadanos del Cielo, conocemos al que realmente pelea las batallas por nosotros. No sufrimos sin esperanza. Que seamos nosotros los dispuestos a rendir nuestra fuerza y nuestros esfuerzos al que va delante nuestro, que se mantiene a flote, nos guía a la victoria completa y a la integridad total. 

Oración: Señor, hoy clamo a Ti desesperadamente. No puedo cargar esto por mí mismo. Tú eres mi roca y mi fundamento. Me rindo a Ti y a Tu voluntad. Avanza delante mío, Señor, y yo te seguiré.