¡Pobre de mí! Muestra

Da gracias

Primera Tesalonicenses 5:18nos dice que no"apaguemos al Espíritu Santo" pero, en cambio, dar gracias en todo.

Tú y yo sabemos que ¡es difícil dar gracias en medio de una temporada de autocompasión! Una cosa es segura: una actitud de autoindulgencia no está focalizada en la gratitud.

Cuando pienso solo en mí y en mis circunstancias de "pobre de mí", se puede decir que tenemos un boleto solo de ida en el tren de la autocompasión, y ¡se avanza a una velocidad vertiginosa!

Un día, estaba en ese tren, un día después de que alguien había herido mis sentimientos, leyendo 2 Corintios 4. Cuando llegué a los versos 17 y 18 leí:“Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas” (RVR1960).

En ese mismo momento, sentí como el Señor hablaba a mi corazón, diciendo, "Si quieres que esta ‘aflicción’ sea leve y temporaria, no te focalices en lo que ves o sientes; ¡focalízate en mi verdad! Instantáneamente, pude ver lo que me estaba diciendo. Lamentarme por mí mismo no me permitía perdonar a quien me había herido, y me mantenía focalizado en mí y en el dolor que estaba sintiendo. Si yo quería ser liberado, necesitada focalizarme en algo más: ¡en la bondad de Dios!

Me di cuenta de que, sí, quizás me habían herido, quizás tenga que lidiar con un desorden, una lucha que superar, una historia para contar, pero no quería seguir estancado. Quería ser un vencedor y avanzar en mi vida con el Señor. Esto me hizo detener, re-evaluar y decidir dejar el tren de la autocompasión en ese momento.

¡Tú puedes hacer lo mismo perdonando, redireccionando tu atención y dando gracias por las bendiciones de Dios!

¿Te ayudó este Plan? Es un extracto del capítulo 8 de mi libro "Te perdono, pero..." Puedesleer la primera parte aquí.