ESPERANZA EN EL FUTUROMuestra

 EL REY YA VIENE

Como cristianos vivimos en la fe no solamente de que Jesús vino al mundo, murió por nuestros pecados y resucito, si no también tenemos la fe cimentada en su regreso, Jesús en los últimos momentos que paso con sus discípulos antes de partir de vuelta con su Padre promete que va a volver por todo aquel que ha creído en Él. 

Para explicarme mejor necesito contarte una historia, imagínate que en una tierra muy lejana hubo un rey que tuvo que partir de su reino para ir con sus hombres a la guerra y en su ausencia alguien malvado usurpo el trono, maltrato y provoco opresión mientras el verdadero rey estuvo ausente. Todo el pueblo que sufría ante el cruel gobierno del falso rey y ansiaban el regreso del Verdadero rey quien había cuidado del pueblo siempre, hasta que un día el Rey regreso y derroto a los usurpadores y opresores de su pueblo.

Ese rey es Jesús que vino, cumplió su propósito y partió con el Padre, es en su “ausencia” que nosotros sufrimos pruebas una y otra vez aun en nuestros días diariamente hay gente que muere por el evangelio en el mundo, se levantan enfermedades desconocidas en la tierra, la maldad aumenta día con día, las nuevas ideologías recorren el mundo seduciéndolo para apartarse de Dios y es preocupante, pero no es desmotivante.

En Apocalipsis se nos narra la culminación del plan de Dios y una y otra vez se nos dice que sin importar que pase, sin importar cuanto se multiplique la maldad o suframos en este mundo Jesús nuestro rey volverá por todos aquellos que han creído en él.

Como pueblo sufriente nuestro corazón lastimado puede estar confiado en que el rey viene, que ya venció de la guerra que acechaba al mundo y que va a volver en toda su gloria, que todo ojo le vera llegar de entre las nubes para detener el maltrato y el sufrimiento esta vez de manera perpetua para que nuestro gozo sea completo, para mostrarnos la gloria postrera, para vivir por con Él para siempre.

¡Así que animo!, ¡el rey ya viene!

Oración: Señor Jesús, ayúdame a tener la mira puesta en tu regreso, que los problemas del día a día no logren distraerme de pensar en tu regreso, ni pensar en que fui abandonado, ayúdame a confiar en que tu volverás por mi y fortaléceme para seguir tus pasos. Amen.