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Nacidos con un propósito

La Biblia revela que Dios nos asignó un propósito desde antes de nuestro nacimiento, no habíamos respirado por primera vez, pero ya contábamos con una misión dentro de nosotros.

Si tenemos una misión encomendada ¿Porque en algunos casos nos desviamos de ello? en ocasiones pensaba que sería fácil, si solo desde que nacemos se empieza a cumplir el propósito de Dios en nuestra vida.

Esta pregunta la realizaba constantemente de niña durante las narraciones de las historias bíblicas, e incluso la realicé en momentos donde mi fe fue puesta a prueba en situaciones de salud, financieras y familiares. Al recibir una palabra de parte de Dios durante estos procesos, recordaba que vale la pena permanecer firmes en medio de las adversidades, pero en ocasiones regresaba esa pregunta que me hacia de niña, al no ver aún el propósito que Dios tenía para mi vida.

Cuando nuestros pensamientos se aferran a la verdad de Dios, es más fácil visualizar que muchas de las preguntas que a veces nos realizamos, tienen respuestas en su palabra; ejemplo de ellos es Isaías que fue llamado siervo de Dios, desde el vientre de su madre; pero también vemos que muchos hombres de la Biblia cuestionaron su llamamiento como Moisés lo hizo, al creer que el pueblo de Dios no le creería, llamándose a sí mismo tardo de habla y torpe de lengua.

Jeremías tampoco creía estar listo cuando Dios lo llamo, ya que se consideraba un niño que no sabía hablar; a través de su historia, pudimos ver que Dios se revela a nuestra vida en el momento que Él desea, sin importar nuestra edad; aun cuando el padre de David se olvidó de él, Dios nunca se olvidó de ninguna de las cosas que había escrito para su vida.

Nunca pienses aunque te sientes sin fuerzas, olvidado, menospreciado o insignificante; que Dios no tiene asignado un propósito para ti en su obra.