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Hambre de DiosMuestra

Hungry for God

DÍA 1 DE 3

Nuestra necesidad de alimento espiritual



Nuestras almas necesitan alimento para prosperar así como nuestro cuerpo necesita comida para sobrevivir. Pero hay solo una fuente de combustible que puede nutrirnos, satisfacernos, darnos poder y sostenernos: nuestra relación con el Dios viviente.



Un aspecto significativo del hambre natural es que es recurrente. Nuestros cuerpos requieren nutrición y energía en una dosis regular y constante. Haber estado hambriento ayer y haber comido una suntuosa comida que haya satisfecho tu apetito, no implica que nunca más tendrás hambre. Tu cuerpo digiere la comida, la transforma en combustible, elimina lo que no es necesario y el ciclo comienza otra vez.



Este ciclo repetitivo de hambre y satisfacción parece intencional. Cuando Dios proveyó el Maná para Su pueblo en su viaje a la Tierra Prometida, les dio sólo lo suficiente para cada día. Cuando Jesús enseñó a Sus seguidores cómo orar, les dijo que pidieran al Padre que "nos dé nuestro pan de cada día" (Mateo 6:11 NKJV). Cristo mismo proveyó comida cuando bendijo el pan y los peces del almuerzo de un niño y lo multiplicó para comer más de cinco mil personas que vinieron a Él para que les enseñara (Mateo 14:13 - NKJV).



La mayoría de nosotros ya no caza y recolecta su comida cada día. Nuestro trabajo nos provee para más que sólo el pan de cada día. En las naciones desarrolladas, muchos de nosotros tenemos una cocina con alacenas llenas, refrigeradores y congeladores completos con comida que ha sido preservada fresca. Algunos alimentos como los frijoles secos, nueces, granos, arroz y las comidas enlatadas son son "no perecederas" porque pueden ser conservadas por meses y años.



Durante la pandemia de COVID-19, mucha gente se abasteció porque temían que los productores de alimentos no tuviesen suficiente. Lo no perecedero fue lo mejor, ya que nadie sabía cuánto tiempo la distribución de alimentos estaría interrumpida. Sin poder correr a la tienda por los ingredientes ni cenar en nuestros restaurantes favoritos, nos arreglamos con lo que teníamos a mano. Una vez más, nos dimos cuenta de otro lujo sin el que aprendimos a vivir.



Cuando consideramos nuestra hambre espiritual, reconocemos que nuestras almas requieren nutrición regularmente. No importa cuán a menudo oremos, cuántos pasajes de la Biblia estudiemos y memoricemos, cuán frecuentemente vayamos a eventos en la iglesia o sirvamos a los necesitados, siempre hay lugar para estar más cerca de Dios. Podríamos pasar todo el día, cada día alabando y adorando al Señor, y aún así no ser suficiente para llenar nuestra necesidad de la presencia de Dios en nuestras vidas.


Día 2

Acerca de este Plan

Hungry for God

Este Plan de 3 días escrito por el Rev Samuel Rodriguez se enfoca en nuestra hambre espiritual y reconoce que nuestras almas necesitan alimento como base natural. No importa cuán a menudo oremos, cuántos pasajes de la Bi...

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Queremos agradecer a Charisma House por este Plan. Para más información, por favor, visita: https://samuelrodriguezbooks.com/

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